27/05/2012.- Les presentamos la Carta de la IX Marcha Indígena en
respuesta a la Carta enviada por el Ministro de la Presidencia Juan
Ramón Quintana el pasado 25 de mayo en respuesta a la convocatoria de
diálogo de la IX Marcha en Chaparina:
Foto: Samy Schwartz |
Chaparina-Beni, 27 de mayo de 2012
Señor:
Juan Ramón Quintana Taborga
MINISTRO DE LA PRESIDENCIA
LA PAZ.-
Señor Ministro:
Con desagrado, aunque sin extrañeza, la columna de la
IX marcha indígena-originaria ha tomado conocimiento de su carta fechada
el 25 de mayo de 2012, de respuesta a la carta de invitación del 20 de
mayo que hiciéramos llegar al presidente para iniciar el dialogo en
Chaparina. Al respecto, en representación de la columna de la IX marcha
indígena-originaria, le comunicamos lo siguiente:
Lo primero que debemos decirle, señor ministro, es que el principal y más extenso contenido de su carta, es la mentira.
Miente usted al afirmar que la IX marcha no tiene un objetivo claro, y
al dar a entender que sus demandas han sido conocidas recién después de
iniciarse la marcha. La primera demanda de esta IX marcha que es la
abrogación de la Ley 222, fue pública y enfáticamente expresada desde el
mismo momento en que dicha ley inconstitucional y fraudulenta fue
aprobada, y no solo por parte del movimiento indígena, sino también de
amplios sectores de la sociedad en general. Igualmente, las otras
demandas de nuestra plataforma son asuntos que el gobierno conoce hace
bastante tiempo y no los ha resuelto pese a acuerdos y compromisos
firmados.
Miente también, señor ministro, al afirmar que en nuestra marcha solo
participarían tres o cuatro corregidores del TIPNIS mientras los otros
60 preferirían seguir dialogando con el gobierno. Usted sabe, por la
información que le brindan los servicios de inteligencia que maneja, que
al momento, en nuestra marcha están presentes 30 corregidores del
TIPNIS, además de algunos otros representantes de corregidores. La
ausencia de algunos corregidores obedece a una determinación orgánica de
sus comunidades y organizaciones, cuyo propósito es resguardar nuestro
territorio ante las incursiones avasalladoras que usted mismo
protagoniza y promueve, como lo ilustran las penosas experiencias que
usted tuvo que vivir en las comunidades de Galilea, Nueva Vida, Santa
Clara y recientemente en San Pablo, donde los comunarios rechazaron su
presencia, sus regalos y su consulta fraudulenta.
No nos extraña, pues la mentira cínica y prepotente, da espíritu y
sentido a la fraudulenta Ley 222 y a la aplicación que pretende darle el
gobierno. Como una muy significativa muestra de ello, igual que usted,
el ministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez, viene mintiendo grosera
y cínicamente al afirmar que ya 40 comunidades del TIPNIS habrían
aprobado el “protocolo” de la consulta fraudulenta. Por todo ello, no
tenemos dudas que si se aplicase la consulta fraudulenta, el gobierno
proclamaría que 60, 80 o 100 comunidades del TPNIS habrían aprobado la
construcción de la carretera.
Rechazamos su impertinente pretensión de enseñarnos a organizar las
marchas indígenas y a construir sus plataformas de demandas. Su
trayectoria política y profesional que lo mantuvo siempre muy lejos de
las movilizaciones sociales en general y las indígenas en particular,
pero cerca de gobiernos tan conservadores y antipopulares como el del
general Banzer, probablemente lo facultan a enseñar el manejo represivo
del poder, pero en ningún caso la organización de las movilizaciones
sociales populares.
En otra demostración de cinismo, elude usted su obligación de responder
a nuestras demandas amparándose en el “permanente diálogo” en el que
estaría con las organizaciones regionales firmantes de convenios con el
gobierno. Todo el pueblo boliviano y la comunidad internacional, ya
conocen la injerencia, la manipulación y la división con las que el
gobierno, y particularmente usted, pretenden doblegar y subordinar al
movimiento indígena. En cualquier caso, si el gobierno actuara con un
mínimo de honestidad y respeto, el diálogo con determinadas
organizaciones regionales, no tendría por qué determinar la falta de
respuestas o la negativa gubernamental a atender las legítimas demandas
de la IX marcha indígena-originaria.
Lo que sí nos sorprende, señor ministro, es que pretenda descalificar
la legitimidad y la vocería de nuestra marcha afirmando que “una
dirigente rechaza la construcción de la carretera pero su propio hermano
nos exige que la hagamos”. Es decir que para usted, ¿lo que digan las
personas queda invalidado si algún pariente de ellas dice lo contrario?,
¿es esta la sabiduría o sentido común con el que se gobierna nuestro
país?. Para completar la falta de seriedad y respeto de su respuesta, se
refiere usted a que algún dirigente habría preferido viajar a Ecuador.
Del mismo modo en que nosotros no nos ocupamos de los viajes de los
ministros, el gobierno no tiene por qué hacerlo con los de nuestros
dirigentes.
Para concluir, señor ministro, las mentiras, la falta de seriedad y el
irrespeto de su carta demuestran la falta de voluntad de diálogo en el
gobierno, y que en lugar del mismo se continúa optando por la agresión y
división del movimiento indígena. Sin embargo, fieles a la tradición y
al espíritu de las luchas indígenas, nos mantendremos abiertos al
diálogo serio mientras continuemos nuestra caminata hacia la sede de
gobierno.
“Por la defensa de la vida y dignidad, los territorios
indígenas, los recursos naturales, la biodiversidad, el medio ambiente,
las áreas protegidas, el cumplimiento de la C.P.E. y respeto de la
democracia"
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