lunes, 30 de abril de 2012

Boletín Informativo Nº5 de la IX Marcha Indígena

Foto CEJIS
30/04/2012.- Les presentamos el ejemplar Nº 5 del Boletín Informativo de la IX Marcha Indígena: "Por la Defensa de la Vida y la Dignidad, los Territorios Indígenas, los Recursos Naturales, la Biodiversidad, el Medio Ambiente y las Áreas Protegidas, Cumplimiento de la C.P.E. y el Respeto de la Democracia".

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Boletín Informativo Nº4 de la IX Marcha Indígena

Foto CEJIS
30/04/2012.- Les presentamos el ejemplar Nº4 del Boletín Informativo de la IX Marcha Indígena: "Por la Defensa de la Vida y la Dignidad, los Territorios Indígenas, los Recursos Naturales, la Biodiversidad, el Medio Ambiente y las Áreas Protegidas, Cumplimiento de la C.P.E. y el Respeto de la Democracia".

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domingo, 29 de abril de 2012

Boletin Informativo Nº 2 y 3

Foto CEJIS
29/04/2012.- Les presentamos los ejemplares Nº2 y 3 del boletín informativo de la IX Marcha Indígena: "Por la Defensa de la Vida y la Dignidad, los Territorios Indígenas, los Recursos Naturales, la Biodiversidad, el Medio Ambiente y las Áreas Protegidas, Cumplimiento de la C.P.E. y el Respeto de la Democracia".
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sábado, 28 de abril de 2012

Naciones Unidas hace un llamado al diálogo y al respeto de los derechos de todos para superar los conflictos


NNUU Bolivia




La Paz, 26 de abril(Naciones unidas).- En relación a la IX Marcha Indígena que se iniciará en la ciudad de Trinidad el 27 de abril, el Sistema de las Naciones Unidas en Bolivia hace un llamado a las autoridades gubernamentales, a la dirigencia indígena y a toda la ciudadanía para que contribuyan a mantener un clima de tolerancia, de paz y de respeto de los derechos humanos en todo el país y en particular a lo largo del trayecto que recorra esta marcha.
Naciones Unidas desea recordar que la ciudadanía tiene el derecho constitucional de expresar libremente sus opiniones sobre todos los temas que les afectan y que el Estado tiene el deber de garantizar plenamente ese derecho. En ese sentido saludamos las recientes declaraciones y esfuerzos del Gobierno, orientados a reconocer lalegitimidad de la IX Marcha y para que se pueda realizar sin inconvenientes. 
Por otra parte, Naciones Unidas espera que todas las manifestaciones y reclamos sociales sean siempre pacíficos, respetuosos con otras opiniones, considerados con las instituciones democráticas y que protejan a las niñas y niños de cualquier participación que pueda afectar su bienestar. 
Tanto en el caso  de la controversia sobre el TIPNIS como en aquellos otros conflictos que afectan el normal funcionamiento de los servicios de salud o al libre tránsito, Naciones Unidas considera que el  diálogo y el respeto a los derechos de todos los ciudadanos y ciudadanas –especialmente de las personas más vulnerables- deben ser las vías para la resolución de estos problemas, y por tanto hace un llamado a todos los sectores involucrados para que hagan los mayores esfuerzos para avanzar en ese sentido.

Entrevista a Coordinadora de las NNUU en Bolivia: “Nos preocupa el tono de los discursos en torno a la marcha”


Entrevista a Yoriko Yasukawa*


Foto Amazonía Boliviana
Foto Amazonía Boliviana
25/04/2012(PAGINA SIETE).- La representante de la ONU en Bolivia, Yoriko Yasukawa, expresó su preocupación por el tono de los discursos del Gobierno y los indígenas en relación con la IX marcha en defensa del TIPNIS.

¿Cómo ve el proceso de consulta a los indígenas del TIPNIS que se pretende aplicar para definir la construcción de una carretera?
Una consulta es un instrumento para el diálogo y el encuentro de consensos sobre cualquier medida que afecte a los pueblos indígenas. Pero en una situación como ésta, la propuesta de consulta sobre el TIPNIS se ha vuelto en una fuente de conflicto. Hay que buscar cómo asegurar las condiciones para que todos los actores involucrados puedan dialogar y llegar a acuerdos. El Gobierno anunció la postergación de este proceso para mejorar la calidad de consulta... Nos pareció que la decisión de buscar ampliar los plazos es positiva, en la medida en que permita más tiempo para buscar construir estas condiciones, para que los actores involucrados puedan tener un proceso de diálogo, previo a realizar esta consulta. Pero nuestro mensaje no sólo fue que se amplíen los tiempos, es para que se haga con buena calidad.
¿Qué esperan de ese diálogo?
Que haya la disposición de ambos lados, a escuchar al otro y reflexionar por qué, el lado contrario que plantea algo que yo no quiero, piensa así. Ahora es difícil porque hay mucha desconfianza. Esto es entendible después de todo lo que pasó en torno a la marcha el año pasado y la aprobación de dos leyes. Superar esta desconfianza es difícil. Pero si el diálogo fuera fácil, no habría marchas.
¿Quién debe dar el primer paso?
Siempre el Gobierno, en cualquier país, por el hecho de tener la responsabilidad de gobernar para todos, tiene una especial responsabilidad de tomar la iniciativa para buscar el acercamiento, crear las condiciones para que pueda haber un diálogo de confianza. Una razón importante por la que la CIDOB y algunos líderes del TIPNIS se oponen a la consulta, es porque no creen que se vaya a hacer de manera correcta y de buena fe. Creo que es importante que el Gobierno demuestre su buena fe.
¿Cómo entender el tema de una consulta más participativa?
Una definición que dio uno de los expertos de la ONU, que llegó al país, es de la posibilidad real de que los dos lados deberían incidir en la decisión final al cabo de una consulta. Eso significa, por ejemplo, que el Gobierno pueda demostrar que efectivamente está abierto a que la consulta llegue a una decisión contraria a la propuesta original sobre la carretera. Pero el diálogo va en dos direcciones. De parte de los dirigentes indígenas, también tiene que haber un esfuerzo de acercamiento. Pero el Gobierno no está creando un clima de confianza como los regalos que está dando a las comunidades del TIPNIS. La CIDOB manifestó que eso no ayudaba a crear confianza. El Gobierno nos dijo que son necesidades postergadas. Hay diferentes maneras de ver estas cosas. Pero el Gobierno tiene que tomar en cuenta ese hecho si quiere diálogo. Valoramos mucho el llamado del ministro de Gobierno, Carlos Romero, a un diálogo sin condiciones.
¿Apuestan a un diálogo sincero antes de la consulta?
Sí, es absolutamente necesario.
¿Y hasta ahora no hay un clima de acercamiento?
Nos preocupa el tono de los discursos de todos los actores en torno a la marcha, las descalificaciones de las opiniones, diferentes a uno. Se afirma como que los que quieren la carretera es que quieren destruir la selva y plantar coca. Por el otro lado, dicen que los que se oponen son los que tienen negocios ilegales de madera, cuando no es así. Hay razones legítimas en los dos lados para querer una u otra cosa. Tenemos que dejar de hablar así, si queremos dialogar de verdad. Por mucho que no nos guste, el primer paso es decir que tal vez, tienen razones válidas para tener esa opinión. “Lo ideal sería darse el tiempo que sea necesario” El Gobierno se ha dado dos meses para ampliar la consulta.
¿Será un tiempo prudente?
No creo que sea apropiado que yo diga en qué tiempo, pero lo ideal sería darse el tiempo que sea necesario para llegar a tener buenas condiciones de confianza para realizar cualquier proceso de consulta.
¿Una consulta es rápida?
Veo en varios países latinoamericanos que es muy común que la gente busque soluciones rápidas a problemas muy complicados y no hay soluciones rápidas. Toman tiempo pero es posible hacerlo, sólo que hay que tener paciencia.
¿Van a acompañar a la marcha como lo hicieron el año pasado?
Esa labor es parte del mandato del monitoreo del cumplimiento de los derechos humanos de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Tengo entendido que en estos momentos, esta Oficina está analizando la pertinencia de hacer en esta ocasión, el monitoreo físico para esta marcha.
¿El Gobierno debe dar garantías a la marcha?
Esperamos que si sale la marcha, el Gobierno pueda efectivamente garantizar que se ejerza este derecho sin que haya agresiones contra los marchistas.
¿Y de parte de los marchistas?
También, de parte de los marchistas, que siempre mantengan una actitud pacífica y respetando el estado de derecho y las instituciones democráticas.
Antes de que se realice la consulta, ¿debe seguir el Gobierno brindando ayuda a las comunidades del TIPNIS?
El hecho en sí, de atender las necesidades básicas de estas comunidades, creo que es importante. Pero no es ningún favor que les está haciendo el Gobierno, es un derecho de todas las comunidades, de todos los ciudadanos y ciudadanas. Por tanto, es un obligación del Gobierno. La ayuda tiene que ir dirigida a las comunidades del TIPNIS pero no tiene que vincularse para nada con la consulta.

*Yoriko Yasukawa es Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Bolivia.

LA CONSULTA PARA EL TIPNIS NO ES CONSULTA, SINO EL REQUISITO DE EVO Y OAS PARA LA CARRETERA


Mapa Tipnis-Dossier documental CEJIS
Mapa CEJIS- Dossier Documental

Por Iván Bascopé*


Características de la aplicación del Convenio 169  de la OIT, de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la  legislación nacional sobre la consulta previa.
En el año 2008 se realizó una 
negociación política y parlamentaria que terminó modificando ciento once artículos de la Constitución Política del Estado (CPE), entre ellos: aquel que establecía que la consulta no es vinculante sino solo obligatoria por parte del Estado. Además de violentar el propio proceso constituyente concebido desde una Asamblea Constituyente magnamente originaria y con el poder histórico para refundar el Estado, estas reformas vulneraron con expresa intención el artículo 30.15 de la misma norma, omitiendo la realización de la consulta previa a la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y toda su estructura orgánica conformada por trece regionales, quienes, además de apoyar las gestiones del Presidente Evo Morales con la huelga de hambre y la movilización para su aprobación en noviembre de 2008, habían promovido —con su participación, propuesta y seguimiento permanente— la aprobación del texto constitucional por la Asamblea Constituyente (AC) en diciembre de 2007 en la ciudad de Oruro.
Seguramente habrá quienes piensen que el referéndum aprobatorio de la CPE ya incluía la participación en el derecho a la consulta previa de los pueblos indígenas. No obstante, la verdad es que los indígenas de la CIDOB se enteraron de las modificaciones mencionadas apenas días antes del lanzamiento oficial del referéndum, cuando la entonces Corte Nacional Electoral impulsó la campaña por el “SÍ” regalando constituciones para la difusión y socialización de sus contenidos a todos los sectores sociales.
Es, pues, debido a este hecho que hasta la fecha estas mismas organizaciones invocan al cumplimiento de los contenidos de la CPE aprobada por la AC, más allá de los recortes que sufrió con las leyes orgánicas y sectoriales posteriores que fueron aprobadas por la Asamblea Legislativa Plurinacional, limitando la interpretación originaria que dio origen a su concepción.
El argumento de los legisladores —quienes se han constituido en mandatarios del poder político del gobierno— se basa en una distorsionada interpretación histórica acerca de la voluntad de los constituyentes, quienes copiaron en estrictos en su los artículos y capítulos de la propuesta de CPE que entregó la CIDOB el 23 de abril de 2007 a la AC, un mes antes de la entrega de la propuesta final de artículos presentada por el Pacto de Unidad (PU), el 25 de mayo del mismo año, donde participó también la CIDOB, y por el cual las veintiún comisiones de la AC prepararon un informe inicial que serviría de base para la discusión en los siguientes meses.
De manera que la consulta previa es ya un derecho consagrado en la CPE, no porque el Movimiento al Socialismo (MAS) haya batallado la incorporación de la misma en el texto constitucional, sino porque la CIDOB luchó durante todo el proceso constituyente para que este derecho sea reconocido a favor de los pueblos indígenas, pensando que así se establecería una de las bases para la estructuración del Estado Plurinacional en todo su andamiaje político, jurídico e institucional.
Tal es el alcance que le da el artículo 30.15 de la CPE, el cual señala que las naciones y los pueblos indígenas tienen derecho “a ser consultados mediante procedimientos apropiados, y en particular a través de sus instituciones, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles. En este marco se respetará y garantizará el derecho a la consulta previa obligatoria, realizada por el Estado, de buena fe y concertada, respecto a la explotación de los recursos naturales no renovables en el territorio que habitan”.En este mismo sentido se establecen el artículo 352 de la CPE, los artículos 6 y 15.2 del Convenio 169 de la OIT y, también, los artículos 10, 19, 29.2 y 32.2 de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Pese a que estos artículos de referencia no expresan taxativamente que la consulta deba realizarse sobre proyectos de infraestructura o megaproyectos, la norma constitucional ofrece amplios márgenes de interpretación al señalar las condiciones de la consulta y su determinación por los elementos constitutivos de la misma donde el carácter previo, libre e informado de la consulta es el principal parámetro de cumplimiento; con lo cual, además, también se mide la condición de lo obligatorio para el Estado.
Un elemento interrelacionado con lo anterior es la buena fe del Estado, que se manifiesta en tanto y cuanto existe cumplimiento cabal de todos y cada uno de los elementos constitutivos de la consulta. Solo así podemos hablar de la buena fe del Estado y, por tanto, que esa consulta es obligatoria. No perdamos de vista, sin embargo, que dentro del Territorio y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) existen tanto un bloque de concesión hidrocarburífera (Bloque Isiboro) como más de una decena de concesiones mineras, las cuales no han sido transparentadas hasta la fecha.
En este sentido, es el propio Estado quien convoca a la consulta, siempre que exista delegación por parte del sujeto involucrado de la consulta, quien va a ser afectado por una actividad o medida concreta. Es precisamente esta parte de la consulta la que minuciosamente debe ser consensuada entre las partes, el pueblo indígena y la autoridad encargada de la realización de la consulta. Es, pues, este el espacio en el cual se verifica si se ha dado cumplimiento a todos y cada uno de estos elementos.
Características del movimiento indígena respecto a la demanda de protección del TIPNIS y la respuesta del Estado.
Esta etapa preparatoria de la consulta no ha existido y es posible que no vaya a existir en el conflicto del TIPNIS precisamente porque el Estado no ha manifestado la voluntad para dar cumplimiento a los elementos que constituyen y viabilizan la consulta previa.
Algunas acciones como la segunda presentación del financiamiento con la República Federativa del Brasil (2006), la aprobación por parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional (2009) y la aprobación del Protocolo de Financiamiento (2011) ponen en evidencia la no intención de dar cumplimiento a este derecho en desmedro de los pueblos indígenas del TIPNIS, revelando ante la comunidad internacional que el Estado boliviano no contempla este derecho para la democratización de sus políticas públicas.
Por estas razones se interpela al Estado sobre el cumplimiento de la CPE y se realiza una movilización que parte desde la ciudad de Trinidad el 15 de agosto de 2011 con el propósito de llegar hasta La Paz. La marcha tomaría 66 días de caminata. De por medio hubo un bloqueo que fue realizado por los colonizadores e interculturales en Yucumo y que duró más de dos semanas. El 25 de septiembre hubo represión policial en el Puente San Lorenzo y, por consiguiente, la vulneración de derechos humanos de ancianos, niños, mujeres y hombres, además de sistemáticos bloqueos y agresiones por parte de sectores cocaleros afines al partido gobernante, así como la constante criminalización de la marcha en su conjunto y de algunos dirigentes indígenas en particular por parte de funcionarios del gobierno.
La marcha, que arribó a la ciudad de La Paz el 19 de octubre, y la vigila de tres noches en la plaza principal de la ciudad, frente del Palacio de Gobierno, lograron que se estableciera una negociación con ministros y el propio Presidente del Estado sobre los puntos de la plataforma de demandas de la 8va. Marcha Indígena.
Finalmente, como mecanismo de salvaguarda se logró la aprobación de la Ley Nº 180 del 24 de octubre de 2011, la cual establece como punto central que ni la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos ni ninguna otra atravesarían el TIPNIS. Con esta medida el gobierno asumió de forma expresa que la consulta ya no podría ser el mecanismo idóneo para el diálogo intercultural y la resolución del conflicto.
No obstante la aprobación de la Asamblea Legislativa de este mecanismo legal que zanjaba el conflicto, se inserta en la ley la definición del TIPNIS como zona intangible. Esta manipulación del carácter de intangibilidad resquebrajó maliciosamente el concepto y los alcances que se le había dado en el proyecto de ley presentado por los diputados de la bancada indígena a la comisión mixta. Dicho proyecto expresaba, básicamente, la intangibilidad como zona de preservación ecológica, bajo la zonificación del TIPNIS en el marco de su plan de manejo; este plan, en resumen, determina una zona núcleo de preservación, resguardada de cualquier tipo de intervención humana y mucho menos de proyectos de gran envergadura o de actividades extractivas que generen en estos espacios daños irreversibles a los ecosistemas o impactos socioambientales negativos sobre los diferentes componentes bióticos y abióticos que componen estos espacios, en estricta correlación con la propiedad territorial y la forma de gestión de los recursos naturales asumidos por los pueblos indígenas de este territorio en sus planes de vida.
Esta comisión mixta estaba conformada por oficialistas y, en su mayor parte, por senadores.
Solo hubo una diputada, quien elevó al pleno de la Cámara de Diputados su propia propuesta y desconoció de ese modo la propuesta de la bancada indígena. En su justificación, además,
sostuvo que la misma había sido consensuada con los diputados indígenas en el seno de la marcha. Esta falsa elucidación (más que justificación) ocasionó que el Presidente del Estado observe dicha norma cuando esta ya había sido aprobada en ambas cámaras de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Su punto central versaba sobre la realización de la consulta e introducía la prohibición sobre la carretera. Sin embargo, como dice el dicho, será una de cal y otra de arena hasta que la expresión de los actos políticos del gobierno se constituya en la incorporación de ese carácter de intangibilidad para todo el TIPNIS, como si fuera una sola zona.
Producto de la mala fe, el falso debate y la manipulación del concepto de intangibilidad por parte del gobierno como mecanismo inmediato de chantaje, se introduce en las campañas de gobierno la acusación a los dirigentes de la 8va. Marcha Indígena de haber insertado el carácterde intangibilidad para todo el TIPNIS y, con esto, la imposibilidad de realizar actividades y proyectos de aprovechamiento de recursos naturales a su interior. Posteriormente, el gobierno ejerce presión sobre las organizaciones de la CIDOB, y especialmente a la Subcentral del TIPNIS, respecto de que dicho carácter iba necesariamente a plantear la modificación del plan de manejo integral del área protegida y, consiguientemente, la rezonificación de la misma, dado el doble estatus del TIPNIS: como territorio indígena y también intangible. Finalmente, las amenazas se plasmaron en hechos con la anulación de las licencias ambientales de varios planes de manejo de recursos naturales.
Fue esta estrategia, precisamente, la que consolidó los argumentos de la Ley Nº 222 (de Consulta en el TIPNIS), la misma que fue aprobada el 10 de febrero de 2012 y que desconoció la reglamentación consensuada —entre el gobierno y las organizaciones de la marcha— que aclara los alcances de la intangibilidad, más allá de las modificaciones sufridas con su promulgación (Decreto Supremo Nº 1146 del 24 de febrero de 2012, Reglamento de la Ley Nº 180 de Protección del TIPNIS). Entre las modificaciones se destaca el hecho de limitar el aprovechamiento exclusivo de los recursos naturales por parte de las comunidades indígenas, definiendo solamente un aprovechamiento tradicional, y la eliminación de un conjunto de prohibiciones expresas que resguardaban al TIPNIS de proyectos extractivos y megaproyectos, vulnerando con esto el Decreto Supremo Nº 07401 (de creación del TIPNIS) del 29 de noviembre de 1965, el Decreto Supremo Nº 24781 (Reglamento General de Áreas Protegidas) del 31 de julio de 1997, el Plan de Manejo General del Área Protegida y, sobre todo, violentando la propia CPE, especialmente en sus artículos 385 y 403.
La consulta previa en relación con las industrias extractivas y megaproyectos.
La 8va. Marcha Indígena, denominada “Por la Defensa del TIPNIS, los Territorios, la Vida, Dignidad y los Derechos de los Pueblos Indígenas”, insertó entre las demandas de su plataforma el tema de la consulta previa. La inserción se dio cuando se percibió que este derecho no solo había sido incumplido en el caso del TIPNIS, sino también en los ámbitos de minería e hidrocarburos, donde no existe una aplicación en su primer momento por parte del Estado.
Ese primer momento mencionado está referido al momento previo a la adopción de medidas legislativas y/o administrativas: licitaciones, concesiones de bloques de exploración y de explotación, contratos de operación, etc.: todos estos, hasta la actualidad, no sujetos a consulta previa de las naciones y pueblos indígenas.
Además de aquellas medidas administrativas, tampoco son objeto de consulta previa otras varias relacionadas con la aprobación de fichas ambientales, autorizaciones, licencias, servidumbres, compensaciones sobre tierras a operadores tanto privados como estatales, tales como la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
En el caso del TIPNIS, es este primer momento, precisamente, el que se cuestiona y se pone a consideración del gobierno. Aunque desde el manejo de la institucionalidad, el gobierno solo propone una consulta que, además de no ser previa, tiende a legitimar y legalizar las acciones gubernamentales, legislativas y administrativas, adoptadas con premura en pro de la construcción empecinada y cegada de una carretera que ya ha sido rechazada en varios eventos de la CIDOB y de las subcentrales del TIPNIS afiliadas a la Central de Pueblos Indígenas y Mojeños del Beni (CPEM-B). Habría que preguntarnos, además de por el sobreprecio y el mismo proceso de licitación que se adjudica la empresa OAS, cuáles son los compromisos y convenios suscritos como
Estado boliviano con la República Federativa del Brasil y, también, si estos tienen relación con un conjunto de actividades y proyectos extractivos, además de la misma carretera, que vayan a afectar en el futuro a las comunidades y pueblos indígenas que habitan en el TIPNIS.
En este escenario, pues, se cuestionó especialmente la ausencia de una norma marco que regule la consulta en todos estos casos; especialmente para proyectos extractivos, megaproyectos y proyectos de infraestructura, entre otros, que igualmente conllevan operaciones extractivas, como en el caso del TIPNIS, y que además refuerce los presupuestos de la CPE incumplidos por parte del Estado, incluyendo otros mecanismos de obligatoriedad y viabilidad.
En cuanto a los hidrocarburos, hay señalar que la Ley Nº 3058 (de Hidrocarburos) del 17 de mayo de 2005 ya contempló este primer momento de la consulta, así como uno posterior que se establece y practica antes de la aprobación de los estudios ambientales o los Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental (EEIA). Sin embargo, estos dos momentos de la consulta nunca se han cumplido en el país, lo cual representa ya una violación a los derechos de los pueblos indígenas y del movimiento indígena en general.
No está demás señalar como un hito importante dentro de todo este proceso de intento de vulneración de la consulta previa en la normativa boliviana que el año 2009 se pretendió modificar el Decreto Supremo Nº 29033. El intento se realizó a través de una propuesta del Ministerio de Hidrocarburos y Energía (MHE). Según dicha propuesta, el EEIA debía ser separado de la consulta propiamente y, más bien, ser ligado directamente a los procesos de compensación y negociación con las empresas.
Incluso en este segundo momento, en el que se aplica, tampoco se han cumplido las expectativas y los estándares que se establecen en la CPE, pues la única norma de referencia es el Decreto Supremo Nº 29033 (Reglamento de Consulta y Participación para actividades hidrocarburíferas) del 16 de febrero de 2007. Solo que esta norma ha quedado obsoleta respecto de los mecanismos, instrumentos y protocolos que han puesto en prácticas las propias comunidades indígenas para el respeto de los elementos constitutivos de la consulta, asumiendo como marcos legales y derechos los alcances establecidos en el Convenio 169 de la OIT.
En materia de minería, por otra parte, lamentablemente no existe una legislación que establezca el cumplimiento de la consulta previa ni, mucho menos, una reglamentación. Por tales razones, la 8va. Marcha Indígena propuso trabajar una ley marco de consulta, siguiendo las iniciativas que han venido trabajando tanto la CIDOB como el Consejo de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), quienes cuentan con sus respectivas propuestas, las cuales, además, fueron presentadas a las instancias competentes de gobierno en el año 2011.
La consulta propuesta por el gobierno para la construcción de la carreta por medio del TIPNIS.
Ante todo, la propuesta de realización de una consulta en el TIPNIS no representa un mecanismo de participación ciudadana. Más de cuarenta del total de sus comunidades en el XXX Encuentro de Corregidores del TIPNIS, llevado a cabo entre el 17 y 19 de marzo de este año, reiteraron la férrea oposición a una consulta en su territorio que tienda a viabilizar la construcción de la carretera por medio del TIPNIS.
La Ley Nº 222 no muestra adelantos jurídicos ni metodológicos relevantes para la realización de la consulta, pues representa una norma a la medida de una intención política gubernamental y de un sector indígena-campesino para la construcción de la Carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos atravesando el corazón del TIPNIS.
Es una ley para hacer la consulta minimalista y nada garantista de derechos en el TIPNIS, puesto que no reconoce los principios básicos ya planteados por el PU en la AC: a) el respeto a las estructuras orgánicas de los pueblos indígenas, b) el resguardo de la integralidad territorial, c) la aplicación de las normas y los procedimientos propios, d) el uso alternativo de la libre determinación de casos en que se vulnera la condición y los derechos de los pueblos indígenas, e) ni el reconocimiento del consentimiento libre previo e informado en casos en que corre riesgo la integridad física y cultural de un pueblo indígena por amenazas y peligros eminentes que pueden darse de maneras que incluyen el desplazamiento forzoso de sus tierras, la intromisión estatal por bases y actividades militares, la presencia agresiva de actividades extractivas a mediano y largo plazo y, finalmente, la consecuente utilización y el manejo de residuos tóxicos o contaminantes.se vulnera la condición y los derechos de los pueblos indígenas, e) ni el reconocimiento del consentimiento libre previo e informado en casos en que corre riesgo la integridad física y cultural de un pueblo indígena por amenazas y peligros eminentes que pueden darse de maneras que incluyen el desplazamiento forzoso de sus tierras, la intromisión estatal por bases y actividades militares, la presencia agresiva de actividades extractivas a mediano y largo plazo y, finalmente, la consecuente utilización y el manejo de residuos tóxicos o contaminantes.
Lo único que ponen en evidencia todos estos antecedentes es la preparación de un proceso que nació malformado y que pretende ser realizado en el TIPNIS, a sabiendas que está violando los preceptos y las condiciones mínimas para que pueda realizarse una consulta, ya fuera del tiempo, en el TIPNIS.
Lejano a la realidad sería creer que con la CPE, la Ley Nº 222 y la futura ley marco de consulta se han logrado consensos con los actores involucrados, cuando, en verdad —e incluida la norma suprema—, todas ellas han sido aprobadas y promulgadas por el gobierno nacional. Es así que podríamos revisar, a continuación, algunos antecedentes que demuestran que no existe tal consulta, como afirma el gobierno, pese a la demanda inscrita en el propio texto constitucional.
Frente a estos escenarios que pretender generar y manipular mecanismos que posibiliten a futuro la construcción de la carretera y la intervención en el TIPNIS, las organizaciones indígenas han presentado sus principios mínimos no negociables, lo que ha llevado a una serie de enfrentamientos mediáticos que han generado desconfianza entre ambas partes.
La ley marco de consulta promovida por el gobierno es uno de estos mecanismos y está siendo trabajada con sectores afines, especialmente campesinos e interculturales (colonizadores y cocaleros de varias regiones del país, como la del trópico de Cochabamba, entre ellas), sin que se sepa si va a ser una norma que permita desarrollar elementos sustantivos y procedimientos de consulta previa reconocidos en la CPE y en el bloque de constitucionalidad.
Por el contrario, en su operativización, estos elementos y procedimientos serán adecuados a los artificios y tecnicismos prácticos adoptados a través de la Ley Nº 222, con el riesgo de sentar precedentes falsos que podrían consolidarse en jurisprudencia constitucional respecto a la medida de intervención que puedan hacer las autoridades competentes para realizar la consulta.
Temas críticos de la consulta en el TIPNIS como precedente para las industrias extractivas.
No podemos dejar de señalar que la Ley Nº 222 fue aprobada con muchos artificios, entre ellos la famosa marcha del CONISUR, que, según versiones de los propios indígenas del TIPNIS, fue solventada y promovida por el gobierno. En todo caso, dicha marcha se plantea como un requisito para la construcción de la carretera, incluido el tramo II que corresponde al que atraviesa por el TIPNIS, además del no esclarecimiento de los procedimientos de contratación y de utilización de recursos económicos en todo el proceso de licitación y contratación de la empresa OAS.
La ley Nº 222 no establece con claridad quién debe aprobar el protocolo y el cronograma de la consulta en el TIPNIS, documento que ha sido trabajado por el Ejecutivo sin la intervención del Órgano Electoral, elemento este que debería analizarse dado el incumplimiento de los mandatos de la Ley Nº 026 (del Régimen Electoral) del 30 de junio de 2010. Asimismo, sienta un precedente negativo en la aplicación de la consulta para las actividades y los proyectos extractivos, incluidas las obras para este fin.
La Ley Nº 222 establece una consulta extemporánea, violando sus principios elementales de ser previa y libre. Por otra parte, el carácter obligatorio de esta consulta permite al gobierno la opción de convocar en las fechas que mejor le parezcan a dicha consulta y, por tanto, adecuándose a lo establecido en su cronograma; por el contrario, inhibe una autoconvocatoria por parte de los pueblos indígenas del TIPNIS y, por consiguiente, afecta directamente al resguardo del respeto de sus estructuras orgánicas. El hecho de definir como finalidad de esta consulta si el TIPNIS debe ser zona intangible o no, con o sin carretera, debe pasar por medidas de protección de su hábitat frente a políticas adoptadas por el gobierno con relación a megaproyectos y actividades extractivas, como con respecto a los avasallamientos ilegales, los cuales no gozan del consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas del TIPNIS, según sus estructuras representativas, la propiedad colectiva sobre el territorio y de acuerdo a sus normas propias reconocidas como su propio derecho y sistema político, según los artículos 2, 11, 15, 30, 33, 34, 190, 241, 242, 289, 290, 340, 344, 385 y 403, entre otros, de la CPE.
En esta consulta, por tanto, no se concibe, ni siquiera desde una forma principista, el consentimiento libre, previo e informado. Con ello se desconoce todo el bloque de constitucionalidad de nuestro sistema jurídico y constitucional.
Retos para la aplicación de la consulta previa. Caminos y escenarios posibles sobre los procesos de consulta previa en las industrias extractivas y megaproyectos.
Con todo lo formulado en estos últimos párrafos, sería un error consolidar la consulta en el TIPNIS, peor aún cuando el país carece de una legislación especial sobre la consulta que incluya, además de procedimientos, también bases y marcos legales y ambientales que incuestionable e imperativamente deben cumplirse en cualquier proceso de consulta, asumiendo una etapa preparatoria en la cual se pueda consensuar todos los presupuestos que conlleva la consulta referida en torno a su naturaleza, objeto, finalidad, actores, necesidades, sujetos de protección especial, tiempos, salvaguardas, elementos irrenunciables que vienen a ser en su conjunto la parte política y cultural del pueblo indígena a partir de su libre determinación, así como su propia democracia comunitaria a partir de sus expresiones, ejercicio de sus normas y procedimientos propios, hasta de su propia aplicación de justicia, con la denominada jurisdicción indígena. Todo esto conlleva a comprender todo el sistema en el que se desenvolvería la consulta.
A esto debemos sumar la insuficiencia de la legislación sectorial, especialmente en materia de hidrocarburos y minería. Con todo ello también hay que regular otros derechos relacionados especialmente con la participación en beneficios respecto a compensaciones y/o indemnizaciones, programas de restauración y recuperación socioambiental, gestión socioambiental, servidumbres, pasivos ambientales y sitios sagrados o zonas potenciales de conservación por su biodiversidad, su riqueza de conocimientos tradicionales constituida en patrimonio cultural, etc., en el mismo rango que el patrimonio natural, que engloba toda la riqueza biológica presente en un territorio indígena.
Finalmente, más que tener énfasis en un mero procedimiento, la consulta debe estar orientada no solo a lograr un acuerdo, sino a plantear consensos recíprocos y sistemáticos a lo largo del proceso de consulta, obteniendo el consentimiento previo desde la iniciación de la consulta, logrando así que sea más una guía para evitar cualquier tipo de conflicto, que un medio para buscar una solución a los conflictos ya en marcha. Ello implica establecer mecanismos para hacer operativo el consentimiento libre, previo e informado según establece la normativa internacional, pero, además, también que el Estado, dando un paso más, debe avanzar en reconocer un “derecho al veto” sobre estas actividades.

* Iván Bascopé es Abogado constitucionalista e investigador social.
Responsable del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS) Regional La Paz

Artículo publicado en la revista Punto de Vista N°3 sobre consulta previa:

viernes, 27 de abril de 2012

Boletín Informativo Nº 1 de la IX Marcha Indígena


27/04/2012.- Les presentamos el boletín informativo Nº1 de la IX Marcha Indígena: "Por la Defensa de la Vida y la Dignidad, los Territorios Indígenas, los Recursos Naturales, la Biodiversidad, el Medio Ambiente y las Áreas Protegidas, Cumplimiento de la C.P.E. y el Respeto de la Democracia".
Este es el primer ejemplar de los boletines que les presentaremos diariamente con información acerca de los acontecimientos relevantes al interior de la IX Marcha Indígena.
Descárgalo en el siguiente link:


Novena Marcha: "Las bases están ahorita con nosotros"

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Foto CEJIS
27/04/2012.-Anoche, luego de que se definieran las comisiones para la Novena Marcha Indígena, las y los marchistas concentrados en Cáritas caminaron algunas cuadras en la oscuridad hasta la sede de la Central de los Pueblos Étnicos Mojeños del Beni (CPEMB), donde cenaron masaco de charque y plátano con dos pancitos por plato. Luego se fueron a dormir a una cama por última vez hasta nadie sabe cuándo. Porque mañana posiblemente descansarán en el suelo, cerca del río Mamoré, como había sucedido el 15 de agosto del año pasado. Otros indígenas fueron a entrevistas en programas televisivos, donde discutieron al aire con algunos de los políticos más fieles al Movimiento Al Socialismo (MAS), partido del presidente Evo Morales. La movilización partirá de Trinidad hoy viernes a las 14 horas.
“Muy buenas noches, queremos dar a conocer que la regional CPEMB está firme junto al TIPNIS en esta Novena Marcha. Otras regionales más se están incorporando y van a seguir sumándose. Mañana sí o sí la marcha va a salir. A primera hora están llegando más hermanos de las comunidades del TIPNIS, entonces ya con eso la marcha no tendría ningún problema para partir rumbo a la ciudad de La Paz. Pese a las dificultades que hay en el tramo de San Ignacio de Moxos, donde supuestamente hay un bloqueo. No creemos nada al Gobierno cuando dice que el bloqueo se ha suspendido. Cuando sepan que la marcha está cerca de San Ignacio de Moxos, pueden nuevamente bloquear. Pero no por eso vamos a bajar los brazos, nosotros vamos a continuar. Tenemos una sola posición: seguir adelante y llegar a la ciudad de La Paz”, dijo Rafael Guarena, secretario de Organización de la CPEMB.
En septiembre del año pasado, cuando la Octava Marcha se encontró con el bloqueo de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB) en Chaparina, las familias indígenas quedaron detenidas en una zona muy seca, lejos de poblaciones cercanas que pudieran ayudar con algo de agua para no desfallecer. Pero en el bloqueo de San Ignacio estarían en otro panorama, porque aún no acabó la temporada de lluvias en esta región.
“Cuando lleguemos al punto de bloqueo buscaremos alguna estrategia para pasar. No habrá nada imposible para nosotros como movimiento indígena. Vamos a seguir firmes porque es una decisión que hemos tomado. Por más que nos bloqueen en tres o cuatro puntos, no nos van a afectar en nada. Porque nosotros somos indígenas y uno de los apoyos que tenemos ahorita está en bajíos, curichis, lagos, arroyos. Hay bastante agua para proveernos y vamos a seguir adelante”, aseguró Guarena.
“Algunas regionales, algunos hermanos, algunos dirigentes han firmado acuerdos con el Gobierno nacional para no venir a marchar. Pero hay todavía dirigentes rescatables, no todos han firmado esos convenios. Y en el caso de la Central de Pueblos Indígenas del Beni (CPIB), las bases ya están ahorita con nosotros. El pueblo Sirionó, que está afiliado a la CPIB, está acá. Agradecemos, felicitamos, aplaudimos a este pueblo valiente, que se reconoce excluido y marginado. Ellos están saliendo nuevamente por la carretera y lo mismo se van a plegar las bases de otras regionales”, dijo el dirigente de la CPEMB.
Durante la Octava Marcha, varios líderes lanzaban discursos implacables contra el gobierno de Morales. Pero en estos días organizan celebraciones para firmar papeles con el Órgano Ejecutivo. “Es algo doloroso ver a los hermanos que andaban con la misma camiseta que nosotros y ahora se dejan utilizar. Pero al margen de todo eso, las bases son lo importante. Y ellas siguen poniendo firme al movimiento indígena, y con las bases la CPEMB va a seguir luchando hasta donde llegue la fuerza. Agradecemos a quienes nos apoyan, jóvenes, jovencitas, señoras, ancianos, a todos, porque este es un solo equipo, esto ya no es sobre el TIPNIS, sino que esta Novena Marcha es a nivel nacional e internacional”, sostuvo Guarena.
“Una movilización ordinaria”
En el programa “No mentirás”, de PAT, se presentaron anoche tata Rafael Quispe, uno de los voceros de la marcha, y el plurifuncionario del MAS Carlos Romero, en este trance a cargo del Ministerio de Gobierno. Palabras más, palabras menos, reconoció que en el Órgano Ejecutivo habían encontrado rendijas para intentar desbaratar al movimiento indígena en octubre del año pasado, mientras negociaban en el Palacio Quemado la plataforma de demandas de la Octava Marcha.
“Habíamos advertido que esa ley (la 180, de protección del TIPNIS) no iba a resolver el problema, porque la ley propuesta presentada por legisladores de la CIDOB declaraba al TIPNIS intangible. Para hacer eso no habían consultado a sus bases, por eso ha habido resistencia de la Subcentral Sécure (actualmente dividida por el “Gobierno del Cambio”) y del CONISUR (Consejo Indígena del Sur del TIPNIS). Los indígenas, a través de sus organizaciones, se han acercado al Gobierno y se han establecido agendas programáticas. Días atrás, se ha hecho en el TIPNIS una consulta sobre el proyecto de protocolo de la ley 222, en el que han participado 40 corregidores, que representan a dos tercios del TIPNIS. Se ha querido posicionar que un sector (el indígena) iba a desarrollar una movilización estructural para generar una crisis de Estado. Pero en lugar de ello tenemos una movilización ordinaria, respetable para quienes la hayan promovido, pero que no tiene las características de las del año pasado”, dijo Romero satisfecho y algo nostálgico, como si él realmente hubiera apoyado la realización de la Octava Marcha Indígena.
Para Romero, la consulta en el TIPNIS según la ley 222 “se trata de un diálogo intercultural. Las comunidades van a ir expresando sus puntos de vista sobre esta problemática. Pueden elegir un posible camino para su vida colectiva, la construcción de un plan de vida colectiva, elegir si una carretera favorece o perjudica la vida colectiva de los indígenas. El Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) dice que la consulta debe realizarse ‘respetando normas y procedimientos propios’, respetando la dinámica que quieren imprimir las comunidades. La consulta no es una encuesta, es un gran consenso, un gran acuerdo entre el Estado y los pueblos indígenas del TIPNIS. Desde ese punto de vista, es una concertación intercultural”.
En su alocución edulcorada, el ministro Romero hizo gala de desconocer la historia reciente, más precisamente la de seis meses atrás. Cuando el vicepresidente del Estado Plurinacional, Álvaro García Linera, dijo en conferencia de prensa que –según la Constitución boliviana- la consulta a los pueblos indígenas no se aplica si se trata de obras carreteras. Con menos argumentos pero más claridad, días antes el presidente Morales había asegurado ante medios de comunicación que la vía Villa Tunari-San Ignacio de Moxos se construiría “sí o sí”.
A su turno, tata Rafael Quispe dijo que aún persisten los bloqueos tramados por Juan Ramón Quintana (Ministro de la Presidencia) y otros avezados operadores del MAS en Quiquibey, La Embocada, San Borja y San Ignacio.
“No hay ningún bloqueo, la carretera Trinidad-La Paz está expedita. No hay bloqueo en San Borja, ni en Quiquibey ni cerca de Yucumo. Está despejada la ruta, lista, esperando al dirigente Quispe para que pueda con seguridad realizar su movilización”, dijo Romero.
Luego de aclararle que es exautoridad del CONAMAQ, Quispe dijo que el protocolo de consulta de la ley 222 “es neoliberal, está a favor del imperio. El ministro dijo que ha consultado sobre este protocolo a 40 corregidores, que serían dos tercios del TIPNIS. Así el Gobierno vulnera los derechos de los pueblos indígenas. Porque en los pueblos indígenas no se manejan los dos tercios ni la mayoría. Se maneja el consenso, sin consenso no se toma ninguna decisión. El Gobierno también vulnera los derechos de los pueblos indígenas al determinar un tiempo para la realización de la consulta; la jurisprudencia internacional señala que esa conversación con los pueblos indígenas no debe tener una limitación de tiempo. Hay casos en que la consulta se realiza en una semana, hay casos en los que toma seis años. Por ello, entre otros motivos, pedimos la anulación de la ley 222 y del Protocolo de Consulta. Aclaro una vez más que nadie está en contra de la carretera, nadie está en contra de la consulta, solamente pedimos que la carretera pase por fuera del TIPNIS y que la consulta vuelva a foja cero”.
El vocero del CONAMAQ dijo que había visto imágenes de los bloqueos desde San Ignacio hasta Quiquibey. Romero le respondió que “tal vez le han mostrado imágenes pasadas. Puede consultar el dirigente de la CIDOB (sic) que la carretera La Paz-Trinidad está absolutamente expedita, en eso soy categórico”.
El ministro continuó: “La consulta es un derecho de los pueblos indígenas que les permite definir su vida colectiva. Es paradójico que acusen al Gobierno de tener una actitud neoliberal o proimperialista, cuando lo único neoliberal aquí es que alguien se oponga a que los pueblos indígenas ejerzan sus derechos, tomen una definición sobre el proyecto carretero, eso me parece neoliberal, inverosímil, paradójico, que el señor Quispe haga esfuerzos para evitar que los indígenas hablen por sí mismos, que los indígenas del TIPNIS definan un futuro colectivo en el TIPNIS. Tienen derecho a la Libre Determinación, a expresarse”.
Según la idea de Romero sobre lo que es “neoliberal”, el Presidente y Vicepresidente de este país dieron muestras de serlo con sus declaraciones públicas de meses atrás (y muy sinceras) renuentes a respetar el derecho a la Consulta.
Al final de la entrevista, Romero hizo de cuenta que no le interesaba la Novena Marcha Indígena. “Somos muy respetuosos de la movilización, de los dirigentes, de los marchistas. Vamos a garantizar esa movilización, la respetamos, tienen derecho a hacerlo. Pero el tema del TIPNIS se va a resolver en el TIPNIS”, concluyó.
En el programa conducido por Jimena Antelo le pasaron el micrófono al tata Rafael. “Primero: el artículo 108 de la Constitución Política del Estado (CPE) dice que todo ciudadano debe conocer, cumplir y hacer cumplir la CPE. En función a ello, los pueblos indígenas de las tierras altas nos sumamos a esta movilización, porque usted sabe que si esta consulta se realizara violaría estos principios constitucionales y generaría jurisprudencia en el país. Y sobre lo que dijo que ‘garantiza’ la marcha, eso mismo nos dijo el sábado 24 de septiembre y el 25 masacraron a los pueblos indígenas en Chaparina. Si dice que garantiza la movilización, nos está diciendo que nos van a masacrar nuevamente”.
Como despedida, el aymara usó las cámaras para convocar a la población: “Hay que sumarse a la marcha. No es de pueblos indígenas, sino de todos los bolivianos, porque están en riesgo los derechos colectivos, está en riesgo la aplicación de la CPE, la construcción del Estado Plurinacional”. Para cerrar este segmento, la presentadora del programa mostró los resultados de una pregunta hecha al público: “¿Está usted de acuerdo con la realización de la Novena Marcha?”. Según su conteo, el 80 por ciento de los televidentes dijo que apoya la marcha, mientras el 20 por ciento la rechaza.
“Que no me pierda”
Pasando canales, en la Red Uno (“Que no me pierda”) confrontaron el diputado Pedro Nuny y la presidenta del Senado, la masista Gabriela Montaño. Era casi la medianoche.
“Mañana se inicia la Novena Marcha con la participación de varios sectores sociales. Esperamos la llegada a primera hora de varios hermanos del TIPNIS. Tuvimos serias dificultades para reunirnos porque no tenemos la logística del Gobierno. De todas maneras, nuestros hermanos de base están saliendo para poder ensolarse en esta Novena Marcha. Prácticamente ya todo está preparado. Se han conformado las comisiones, a la cabeza del Comité de Marcha; a la plataforma de demandas la estamos trabajando con los hermanos del CONAMAQ, y mañana estará todo listo para salir los kilómetros que correspondan a la primera jornada”, dijo Nuny, del pueblo Mojeño.
“Lamentablemente, cuando el ministro Romero anunció que se habían levantado los bloqueos a la marcha, gente en San Ignacio insistía con seguir haciendo bloqueos. Nos hemos enterado de que estos bloqueos han sido levantados con presencia policial. Sin embargo, sabemos que cuando la marcha se aproxime a San Ignacio nuevamente entrarán en bloqueo. Si los hermanos ignacianos no quieren que la marcha pase por sus calles o avenidas, vamos a ver la manera de pasar, pero no debería haber intento de persuadirnos, de fusilarnos y amenazarnos. Las carreteras en este país deben estar expeditas, es un derecho constitucional transitar, no debería pasar eso”, dijo Nuny.
Se apoderó de la palabra la senadora Montaño. “No creo que haya justificativo de fondo que impulse una Novena Marcha. Hay contradicciones difíciles de entender porque dicen que no están en contra de la consulta, pero piden la anulación de la ley 222, que habla de la consulta en el TIPNIS”. Para la asambleísta, la ley 222 es sinónimo de Consulta Previa, Libre e Informada. “Si no se está contra la Consulta Previa, Libre e Informada no se puede estar contra esta ley, que establece una consulta en el TIPNIS. Es una primera contradicción”.
“Segundo: antes de la aprobación de la ley 180, que defiende el diputado Pedro Nuny, se aprobó en la Asamblea esta otra ley (una muy similar a la 222), que hablaba en su artículo 3 de la suspensión del tramo 2 de la carretera y el inicio de la Consulta Previa. Si no se hubieran opuesto dirigentes de la CIDOB, ya hubiéramos concluido la Consulta. El 27 de septiembre del año pasado (dos días luego de que el Estado Plurinacional reprimiera con total impunidad a la Octava Marcha), llegó un comunicado de prensa del relator especial de las Naciones Unidas para Derechos Indígenas, James Anaya, en el que exhortó a que se inicie a la mayor brevedad una consulta de buena fe con los pueblos indígenas, a fin de conseguir una salida pacífica y tratar temas de fondo, como la carretera que atraviesa el TIPNIS (que en verdad hasta ahora no lo atraviesa) ¿Por qué oponerse a un proceso democrático, constitucional, que es la única salida pacífica y democrática al conflicto del TIPNIS? No lo comprendo”, dijo la senadora.
“Un último detalle más: hace una semana se anunció la anulación del contrato de construcción de los tramos uno y tres ¿Qué podríamos agregar? Si los pueblos indígenas del TIPNIS acudieran a cualquier organismo internacional sobre este tema, probablemente la respuesta sería: ‘Vayan a la consulta’, ‘el Estado boliviano garantiza la consulta’. En toda la jurisprudencia internacional, cada vez que un pueblo indígena ha sentido afectado su derecho a la Consulta se le dice al Estado ‘pare el proyecto y vaya a la consulta’. En el caso del TIPNIS, las obras ni siquiera se han iniciado (lo cual no es completamente cierto), se ha anulado el contrato (que en verdad hasta ahora no se anuló) ¿Cuál es el argumento para no ir a la consulta?”, se preguntó Montaño. Y Nuny contestó.
“¿Qué de buena fe tiene este proceso llevado por el Gobierno nacional, ratificado por la señora senadora? ¿Es de buena fe llevar a comunidades regalos, prebendas, con cooptación de dirigentes, presión con militares y policías persiguiéndonos? ¿Esto es buena fe para el Gobierno? La ley 222 ha sido promovida por el Gobierno inventándose la marcha del CONISUR, que no representa a la estructura del movimiento indígena. El resultado de la Octava Marcha había sido bastante claro al conseguir que el territorio se blinde y no vaya a ser afectado por este proyecto ni otro más. Respaldamos esto que se ha consolidado, que se haga un registro de todas las especies de fauna piscícola, forestal, la gran diversidad de este territorio. Pero ¿al Estado le interesa registrar todas las potencialidades de esta área protegida? Más le interesa hacer la carretera, deforestar, comenzar una nueva colonización. El Gobierno no quiere desviar a la carretera por los humedales, porque allí no van a poder plantar coca los colonizadores”, dijo Nuny.
Le tocó el turno a Montaño. “¿Cómo puedo yo creer que la marcha no tiene ninguna otra preocupación, si hace pocos meses veíamos a dirigentes de la CIDOB haciendo acuerdos con quienes en el pasado les pegaron, destruyeron la sede de la CIDOB? Ahora firmaron Adolfo Chávez con Rubén Costas, Justa Cabrera con Percy Fernández. Lo que no se puede es no decir la verdad ¿Qué otros intereses existen por detrás?”, se preguntó.
De acuerdo con el razonamiento de esta senadora, los indígenas de las regionales de la CIDOB tampoco deberían haber firmado acuerdos con el mismo Gobierno que seis meses atrás reprimió vilmente a una marcha pacífica cerca de Yucumo. Represión por la cual no hay señalado ni un responsable por la Justicia, actualmente obsecuente con el MAS.
Y además, el Gobierno nacional ha suscrito hartos acuerdos con el Gobernador de Santa Cruz y con el Alcalde de la capital cruceña. Actualmente en Beni, el MAS regentea el departamento asociado con Haisen Rivera, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Ciertamente, la alianza MAS-MNR no desagrada al expresidente por ahora prófugo Gonzalo Sánchez de Lozada.
El presentador del programa ofreció a Nuny “30 segundos” para cerrar el debate. “¿No es cierto, senadora, que antes de que empiece la discusión por el TIPNIS el MAS se había aliado con la Unión Juvenil Cruceñista (un entidad cuya actividad predilecta consistía en apalear indígenas), ahora el MAS se ha aliado con grandes empresarios de Santa Cruz, de La Paz. Ahora el Presidente defiende a la Repsol. Cambió su discurso, antes el Presidente fustigaba a las grandes transnacionales ¿Qué cree que ha pasado? ¿Por qué ese cambio radical, de 180 grados? Este Gobierno ya no defiende a los pueblos indígenas, ahora los castiga, los quiere liquidar. Alguien en este Estado plur”. En ese momento, dando muestras de poca educación, la senadora Montaño comenzó a hablar encima del diputado Nuny y ya nada se entendió de lo que intentaba decir el Mojeño.
Mañana comenzará la marcha a las 14 horas frente a la Catedral de la capital beniana, con la participación de la Organización de Mujeres Indígenas de Trinidad (OMIT), el Consejo Sirionó, la Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE) de El Alto, la Federación Universitaria de la Universidad Mayor de San Simón (Cochabamba), Territorios en Resistencia y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Paz, entre otras decenas de organizaciones indígenas y urbanas de Bolivia.
Comisión de Comunicación de la IX Marcha Indígena

Novena Marcha: "Estamos de ida"


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Foto CEJIS


26/04/2012.-La Novena Marcha Indígena comenzará mañana en la ciudad de Trinidad con destino a La Paz. Más de 500 marchistas de todas las edades y pueblos deberán recorrer un camino que ya tiene cinco puntos de bloqueo funcionales al gobierno de Evo Morales, interesado en construir una carretera por medio del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Los cortes de ruta, patrocinados por entidades afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), pretenden no dejar pasar a la nueva movilización en defensa de los territorios y los derechos colectivos. Son parte de una amplia estrategia desplegada durante los últimos meses por el Gobierno nacional para atacar a los indígenas por todos los flancos. Pese a los obstáculos, comunarias y comunarios de Bolivia lograron reunirse en la capital de Beni para juntar fuerzas y salir a enfrentar los 600 kilómetros de adversidades hasta la plaza Murillo. 
“Esta tarde vamos a revisar la plataforma de demandas para incluir las del CONAMAQ, además vamos a trabajar en las comisiones de la Novena Marcha”, dijo el exmallku del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu Rafael Quispe Flores, quien también había participado junto a su familia de la Octava Marcha Indígena, hace nada más que seis meses.
El líder del pueblo Aymara contó que algunos hermanos han llegado hasta este mediodía por la vía de tierra que une a Trinidad con la ciudad de La Paz. “Han tenido que hacer transbordo y caminar por kilómetros en varias ocasiones, porque está cortado en Quiquibey, en La Embocada y en San Ignacio de Moxos –dijo Quispe-. Son cinco zanjas que hay cavadas alo largo de esta la carretera, iguales a las que habían hecho en Yucumo”, en agosto de 2011, cuando comenzó la Octava Marcha.
El Gobierno nacional se empeña en decir públicamente que está garantizado el paso de la Novena Marcha y como prueba de ello esgrime un papel con los sellos de goma de algunos acólitos ignacianos del MAS. Dice que han ordenado a la Policía Nacional intervenir los bloqueos para permitir el paso de los indígenas de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y del CONAMAQ, además de las organizaciones urbanas comprometidas en la defensa del TIPNIS. Pero las y los marchistas reunidos en Trinidad ya no pueden creer en las palabras del Gobierno nacional ni en su Policía, porque los conocen a ellos, a sus cintas masking, a sus garrotes, a sus aviones.
“Pese al acoso, pese al amedrentamiento, pese al chantaje del Estado estamos firmes en la lucha. Pese al acuerdo del Gobierno nacional con las regionales de las organizaciones indígenas, las bases han rebasado a sus dirigentes. Esta lucha no es solamente de los pueblos indígenas, es de todas las bolivianas y bolivianos que no están satisfechas con la forma de gobierno de Evo Morales. Esta lucha va más allá de la defensa del TIPNIS”, dijo el tata Rafael. Anoche llegaron a la terminal de buses de Trinidad 50 integrantes del CONAMAQ, más algunas y algunos jóvenes paceños aliados de los originarios. Descargaron bolsas de yute con papas, garrafas, campings. Se alojaron en la sede de Caritas, adonde se reúnen quienes llegan. Hoy vinieron otras delegaciones que se suman a las de guarayos, guaraníes y quechuas que, entre otros, ya están listos para empezar la movilización. Tendrían que estar marchando desde ayer y desde Chaparina, cerca de Yucumo, donde el Gobierno nacional reprimió brutalmente a la Octava Marcha, el 25 de septiembre de 2011. Por este caso, que judicialmente no avanza, no hay acusados ni responsables ni interés gubernamental en señalar quiénes son.
Mañana la marcha se dirigirá hacia San Ignacio de Moxos, donde recalaría una de las puntas de la carretera que iría hasta Villa Tunari, en el trópico de Cochabamba. Este pueblo mojeño está a 90 kilómetros de Trinidad. Quienes integran la Novena Marcha esperan que hasta llegar allí (en cuatro o cinco días) “acumulemos más fuerza para poder pasar. Es un trayecto largo y hay tiempo”, se mostró confiado el exmallku del CONAMAQ.
El CODELCAM (Consejo Nacional del Cambio, un avatar del MAS) realizó el martes pasado una marcha con cuatro cuadras de gente supuestamente a favor de la carretera. Debía haber alguna gente convencida de querer la carretera, también había empleados de la gobernación que arreaban a vecinos, mototaxistas que –según declararon- habían cobrado 150 bolivianos para desfilar por la avenida Pedro Ignacio Muiba, saludar a la modelo /funcionaria del Estado Plurinacional Jessica Jordan y, para los pocos que quedaron, escuchar unos discursos cargados de sinsentidos y regionalismos avinagrados.
Desde la tarima, los que marcharon a favor de la carretera y contra el TIPNIS exigieron “identificar a quienes se oponen al desarrollo”, como si alguna persona tuviera la vocación de “oponerse al desarrollo” porque sí. Los “malos benianos”, como si uno debiera tener una determinada moral por pertenecer a un pueblo X. Si existiera tal cosa, los “enemigos del progreso” estaban ahí a media cuadra de ellos, con sus banderas del Patujú, frente a la Catedral, donde algunos “malos benianos” dejaban paquetes de arroz y plátanos para que se vayan de marcha otra vez a La Paz. Se irían de nuevo “a hacer turismo”, como les dijo el Presidente el año pasado. Y al fin para los indígenas había sido un tour de garrotazos y secuestros estatales.
“Las carreteras son como la sangre que fluye por las venas”, salieron por los enormes parlantes las palabras imbuidas de lirismo obsceno, dichas por un dirigente vecinal del MAS. “Beni ya no quiere retraso”, como si alguna vez Beni hubiera decidido ser “retrasado”.
La mayoría de las regionales de la CIDOB prefirió no participar de la Novena Marcha, en atención a los papeles firmados con el Gobierno para desarticular al movimiento indígena. De todos modos, las bases, subcentrales y representantes de TCO (territorios comunitarios de origen) de todo el país siguen llegando a Trinidad. Mientras esperan a la hora de partida, algunos que estuvieron en la Octava Marcha recuerdan los discursos fogosos de ciertos dirigentes contra el Gobierno del MAS. Esos mismos dirigentes ahora se ponen sus vestidos típicos para compartir escenario con el presidente Morales ataviado con sombrero de saó.

Del TIPNIS
“Vengo de la comunidad Villa Fátima del Sécure, en el TIPNIS. Estamos por acá ahorita para continuar la marcha para defender nuestros territorios. Estamos de ida a buscar cómo solucionar los problemas con nuestro territorio, para que nos escuche el Gobierno y que la carretera no pase por el corazón del TIPNIS. Pedimos que respete la ley, no queremos la ley 222 de Consulta, queremos que se respete nuestro territorio”, dijo don Hilario Noe, con su caneco y su plato en mano, cerca de la olla común organizada en la Central de los Pueblos Étnicos Mojeños del Beni (CPEMB).
“No he ido a la Octava Marcha, pero en la Novena voy a participar. A la Octava no vine porque estaba enferma mi señora, igual de mi comunidad ninguno ha ido a la Octava Marcha. Ahora nos hemos venido unas cinco personas. Sí estuve en la primera marcha, la del 90, cuando fuimos a La Paz y conseguimos el título de nuestro territorio”, dijo el comunario, que viajó tres días por ríos hasta llegar a Trinidad.
“El Presidente no respeta la ley 180 (de Protección del TIPNIS, lograda por la Octava Marcha). Él mismo aprobó la ley y ahora, como se dice, está violando esa ley. Estamos de ida pa’ que respete lo que hizo primero”, dijo el mojeño.
Fernando Román es corregidor de Nueva Lacea, junto al río Sécure del TIPNIS. Estaba con su familia bajo un bibosi en puerto Varador, a diez kilómetros de Trinidad, esperando a vender algunas canoas de palo maría. “Hemos venido en dos días y medio, medio a motor, medio a remo, con mi esposa y estos son mis hijos que tengo”, dijo la autoridad. Y comentó que no había venido a la Octava Marcha porque en su comunidad no llegaron a tener conocimiento de que se iba a hacer.
El presidente de la Subcentral TIPNIS, Fernando Vargas Mosúa, quien lideró la Octava Marcha, se encuentra en reposo por una enfermedad que podría ser Dengue. Por este motivo no participaría del inicio de la movilización, sino que se sumaría cuando su salud se lo permitiera. Laida Núñez, vicepresidenta de esta subcentral, dijo que hasta mañana al mediodía llegarían 100 originarios del TIPNIS. Y más allá del bloqueo de Quiquibey habría indígenas de la CPILAP (Central de Pueblos Indígenas de La Paz) que venían a marchar y todavía no pudieron pasar. Sin embargo, mañana a las 9 los que están comenzarán a concentrarse frente a la Catedral de Trinidad para asistir a una misa, realizar un ritual de los pueblos y de una vez partir.
Por Comisión de Comunicación de la IX Marcha Indígena.

CPEMB denuncia negación de resguardo de la policía ante el Defensor del Pueblo

Foto CEJIS
27/04/2012.-La Central de los Pueblos Étnicos Mojeños del Beni (CPEMB) realizó la denuncia ante el Defensor del pueblo del Beni de la negativa de apoyo y resguardo de parte de la policía a la integridad física de dirigentes indígenas y protección a sus oficinas, CPEMB y subcentral TIPNIS.
Ante los hechos de violencia ocurridos en la radio comunitaria Arairu Sache, en San Ignacio de Mojos el pasado domingo 22 de abril, la CPEMB y Subcentral TIPNIS  solicitaron al Comandante de Policía y al fiscal de distrito del Beni, les otorgue garantías y resguardo para sus oficinas, dirigentes de la CPEMB, Subcentral TPNIS y a las instituciones de apoyo del movimiento indígena, ya que se había anunciado para el 24 de abril, una movilización que  pide la construcción de la carretera que atraviesa el TIPNIS.
Sin embargo, contrariamente a recibir respuestas afirmativa, la policía el día martes 24 de abril en horas de la mañana, negó el apoyo y en actitud desafiante, solicitó que procedan al desalojo de la plaza principal 24 de Septiembre los compañeros que se encontraban recolectando y recibiendo ayuda humanitaria para la IX Marcha Indígena, ya que la policía no se responsabilizaría de la seguridad física de los mismos. A pesar de dichas declaraciones, hasta el momento la CPEMB no ha recibido ninguna respuesta formal por parte de la policía.
Por estas razones, la CPEMB ha realizado la denuncia ante la Defensoría del Pueblo de las actitudes de violación a sus derechos y garantías como pueblos indígenas, a expresar sus demandas y deliberar libremente sin presiones. Además solicitaron que en el marco de lo establecido en el Art. 218 de la C.P.E. se realicen las acciones necesarias para garantizar el cumplimiento de sus derechos colectivos e individuales y se investigue la violación de los mismos, buscando sanción correspondiente.


Denuncia de la CPEMB ante Defensor del Pueblo 

jueves, 26 de abril de 2012

El día de ayer las acciones de apoyo a la IX Marcha Indígena se hicieron sentir en distintos puntos de país.


La Marcha, que tenía programada su fecha de partida para el día de ayer miercoles 25 de abril en Chaparina, tuvo una serie de dificultades, entre ellas complicaciones de los compañeros marchistas para llegar al punto de partida, causadas por bloqueos en distintos puntos del Beni, inundaciones en sus comunidades, entre otros, lo que ocasiono la postergación de su partida para el día viernes 27 de abril.

Les dejamos el siguiente link, en donde, podrán apreciar la creatividad de las manifestaciones realizadas en el área urbana en apoyo a la IX Marcha Indígena:

miércoles, 25 de abril de 2012

Indígenas postergan salida de la IX marcha, dicen que partirá de Trinidad

24/04/2012/ERBOL.-
Fuentes vinculadas a la Subcentral del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y a las organizaciones del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) dieron a conocer que la IX marcha no inicia este miércoles en Chaparina del Beni. 

De acuerdo con los informes que se manejan, el punto de partida será Trinidad y posiblemente comience este jueves. “Estamos esperando todavía a que las delegaciones del TIPNIS lleguen y por eso no podemos todavía empezar la marcha”, señaló brevemente un dirigente indígena.

Mientras que una delegación de 100 indígenas de tierras altas del CONAMAQ partió este martes con destino a Trinidad para reforzar la movilización que demanda la abrogación de la Ley 222 de “post consulta” y rechaza la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos en medio del área protegida. 

En tanto, un informe de El Deber hace conocer que los dirigentes de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) confirmaron que la IX marcha partirá desde la capital beniana. 

Gobierno e indígenas, preparando la IX Marcha

Otro capítulo en el conflicto por el TIPNIS

Leonardo Tamburini*

La marcha es la medida más sacrificada, pero a la vez la más efectiva, con la que cuentan los pueblos indígenas en su menú de opciones de acción directa. Se dice que en Bolivia una marcha indígena nunca fue derrotada por ninguna de las diferentes administraciones estatales de turno. Por el contrario, sus logros inmediatos o estratégicos, en casi todos los casos, terminaron impactando en la agenda política del país. Gran parte del nuevo texto constitucional se debe a las movilizaciones indígenas, que recoge una buena cantidad de sus demandas históricas, y contiene, además, la hoja de ruta de cambio y transformación para las próximas generaciones.
Sin embargo, el poner a rodar la nueva estructura institucional y hacer realidad los avances logrados en la norma, se está volviendo una empresa casi revolucionaria. Las permanentes regresiones en la legislación de desarrollo, así como en las medidas de implementación de la Constitución, ha ocasionado la paradójica situación de que el movimiento más identificado con el Estado Plurinacional en términos teóricos e históricos se haya convertido, en este momento, en el enemigo principal del operador de los mandatos de la Constitución: el Gobierno y los demás poderes constituidos. El caso de la construcción de la carretera por el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) es el reflejo más evidente de esa tensión. La convocatoria a la IX marcha indígena, a sólo seis meses de concluida la anterior, responde a la evidente profundización de la línea regresiva constitucional, expresada en los términos crudos en la Ley 222 (de consulta previa).
La aprobación de esa normativa es el detonante de la marcha, en tanto el principal logro de la anterior movilización, la prohibición de construir la carretera por el TIPNIS, pretende ser revertido con la aplicación de la indicada reglamentación. Esta norma está sirviendo también para justificar el aparatoso despliegue gubernamental en Beni, apoyado por las instancias municipales y regionales, en una abierta y sistemática campaña de compra de la decisión de aceptación de la construcción de la carretera. En ese sentido, se vienen multiplicando las entradas al TIPNIS acompañadas de brigadas de salud, carnetización, víveres, motores de agua, semillas y grandes promesas de “desarrollo”. Sin embargo, la recepción de estas dádivas están condicionadas al compromiso de que acepten la consulta y, por tanto, la construcción de la vía, así como el de no acompañar la IX marcha indígena.
La decisión de marchar asumida por los indígenas encuentra justificación día tras día. Un ejemplo de ello es la aprobación inconsulta del protocolo de implementación de la Ley 222, trabajado de manera reservada a los directos interesados. El documento expone, con todas las letras, que los indígenas no se podrán oponer a la carretera. En efecto, la encuesta, que a título de protocolo se practicará en lo que el Gobierno ha llamado consulta, impide que los pueblos del TIPNIS ratifiquen en ese proceso su decisión negativa respecto de la vía.
Es decir, el protocolo tiene por objeto y contenido buscar la mejor opción ambiental, social y cultural para que la carretera se construya atravesando el TIPNIS. Cualquiera de los criterios que expresen los consultados, el resultado será el mismo: la vía atravesará irremediablemente el TIPNIS. Sin la participación de las organizaciones representativas, con la inclusión de terceros que han renunciado a sus derechos colectivos a decidir sobre el territorio y en aplicación de un proceso que no toma en cuenta las instancias sociales y culturales propias de decisión, y viola expresamente los postulados mínimos que rigen nacional e internacionalmente el consentimiento libre previo e informado.
De paso, tanto la ley como su protocolo despojan a la Subcentral    TIPNIS la titularidad de la administración compartida del parque y del poder de decisión sobre su territorio en tanto propietarios privados de esas tierras colectivas, puesto que la encuesta prevé la participación de las comunidades y otras instancias definidas, en franco desconocimiento de las estructuras tradicionales de los pueblos. Además, los procedimientos y normas propios son violentados por esta norma de manera unilateral.
Finalmente, en este “protocolo” figura la prohibición expresa de que se monitoreen los talleres y no se difunda ninguna información hasta que el Órgano Electoral emita el “resultado” de la consulta. Es decir, la decisión será fruto de un desigual proceso de “acuerdo” entre todo el aparato estatal frente a las comunidades despojadas de sus organizaciones, sus técnicos, obligados a aplicar un documento que no conocen y en absoluta indefensión frente al principal interesado de voltear la decisión que ellos mismos han tomado y el Estado no quiere reconocer.
A semejante atropello se le suma la estrategia de la prebenda y cooptación de dirigentes de las organizaciones regionales de la Central de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), que busca detener la IX marcha o, al menos, restarle representatividad y legitimidad. Habrá que ver el 25 de abril si esa estrategia combinada tiene los resultados esperados por el Gobierno. De todos modos, lo que refleja tal acción es que estamos todavía lejos de que el Ejecutivo asuma genuinamente el reto de construir el Estado Plurinacional.

*Leonardo Tamburini es Director Ejecutivo de CEJIS.
Artículo publicado el 22 de abril de 2012 por el diario La Razón, suplemento Animal Político:
http://www.la-razon.com/suplementos/animal_politico/Gobierno-indigenas-preparando-IX-Marcha_0_1600040030.html