Entrevista a Yoriko Yasukawa*
Foto Amazonía Boliviana |
25/04/2012(PAGINA SIETE).- La representante de la ONU en Bolivia,
Yoriko Yasukawa, expresó su preocupación por el tono de los discursos
del Gobierno y los indígenas en relación con la IX marcha en defensa del
TIPNIS.
¿Cómo ve el proceso de consulta a los indígenas del TIPNIS que
se pretende aplicar para definir la construcción de una carretera?
Una consulta es un instrumento para el diálogo y el encuentro de
consensos sobre cualquier medida que afecte a los pueblos indígenas.
Pero en una situación como ésta, la propuesta de consulta sobre el
TIPNIS se ha vuelto en una fuente de conflicto. Hay que buscar cómo
asegurar las condiciones para que todos los actores involucrados puedan
dialogar y llegar a acuerdos. El Gobierno anunció la postergación de
este proceso para mejorar la calidad de consulta... Nos pareció que la
decisión de buscar ampliar los plazos es positiva, en la medida en que
permita más tiempo para buscar construir estas condiciones, para que los
actores involucrados puedan tener un proceso de diálogo, previo a
realizar esta consulta. Pero nuestro mensaje no sólo fue que se amplíen
los tiempos, es para que se haga con buena calidad.
¿Qué esperan de ese diálogo?
Que haya la disposición de ambos lados, a escuchar al otro y
reflexionar por qué, el lado contrario que plantea algo que yo no
quiero, piensa así. Ahora es difícil porque hay mucha desconfianza. Esto
es entendible después de todo lo que pasó en torno a la marcha el año
pasado y la aprobación de dos leyes. Superar esta desconfianza es
difícil. Pero si el diálogo fuera fácil, no habría marchas.
¿Quién debe dar el primer paso?
Siempre el Gobierno, en cualquier país, por el hecho de tener la
responsabilidad de gobernar para todos, tiene una especial
responsabilidad de tomar la iniciativa para buscar el acercamiento,
crear las condiciones para que pueda haber un diálogo de confianza. Una
razón importante por la que la CIDOB y algunos líderes del TIPNIS se
oponen a la consulta, es porque no creen que se vaya a hacer de manera
correcta y de buena fe. Creo que es importante que el Gobierno demuestre
su buena fe.
¿Cómo entender el tema de una consulta más participativa?
Una definición que dio uno de los expertos de la ONU, que llegó al
país, es de la posibilidad real de que los dos lados deberían incidir en
la decisión final al cabo de una consulta. Eso significa, por ejemplo,
que el Gobierno pueda demostrar que efectivamente está abierto a que la
consulta llegue a una decisión contraria a la propuesta original sobre
la carretera. Pero el diálogo va en dos direcciones. De parte de los
dirigentes indígenas, también tiene que haber un esfuerzo de
acercamiento. Pero el Gobierno no está creando un clima de confianza
como los regalos que está dando a las comunidades del TIPNIS. La CIDOB
manifestó que eso no ayudaba a crear confianza. El Gobierno nos dijo que
son necesidades postergadas. Hay diferentes maneras de ver estas cosas.
Pero el Gobierno tiene que tomar en cuenta ese hecho si quiere diálogo.
Valoramos mucho el llamado del ministro de Gobierno, Carlos Romero, a
un diálogo sin condiciones.
¿Apuestan a un diálogo sincero antes de la consulta?
Sí, es absolutamente necesario.
¿Y hasta ahora no hay un clima de acercamiento?
Nos preocupa el tono de los discursos de todos los actores en torno
a la marcha, las descalificaciones de las opiniones, diferentes a uno.
Se afirma como que los que quieren la carretera es que quieren destruir
la selva y plantar coca. Por el otro lado, dicen que los que se oponen
son los que tienen negocios ilegales de madera, cuando no es así. Hay
razones legítimas en los dos lados para querer una u otra cosa. Tenemos
que dejar de hablar así, si queremos dialogar de verdad. Por mucho que
no nos guste, el primer paso es decir que tal vez, tienen razones
válidas para tener esa opinión. “Lo ideal sería darse el tiempo que sea
necesario” El Gobierno se ha dado dos meses para ampliar la consulta.
¿Será un tiempo prudente?
No creo que sea apropiado que yo diga en qué tiempo, pero lo ideal
sería darse el tiempo que sea necesario para llegar a tener buenas
condiciones de confianza para realizar cualquier proceso de consulta.
¿Una consulta es rápida?
Veo en varios países latinoamericanos que es muy común que la gente
busque soluciones rápidas a problemas muy complicados y no hay
soluciones rápidas. Toman tiempo pero es posible hacerlo, sólo que hay
que tener paciencia.
¿Van a acompañar a la marcha como lo hicieron el año pasado?
Esa labor es parte del mandato del monitoreo del cumplimiento de
los derechos humanos de la Oficina del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Tengo entendido que en estos
momentos, esta Oficina está analizando la pertinencia de hacer en esta
ocasión, el monitoreo físico para esta marcha.
¿El Gobierno debe dar garantías a la marcha?
Esperamos que si sale la marcha, el Gobierno pueda efectivamente
garantizar que se ejerza este derecho sin que haya agresiones contra los
marchistas.
¿Y de parte de los marchistas?
También, de parte de los marchistas, que siempre mantengan una
actitud pacífica y respetando el estado de derecho y las instituciones
democráticas.
Antes de que se realice la consulta, ¿debe seguir el Gobierno brindando ayuda a las comunidades del TIPNIS?
El hecho en sí, de atender las necesidades básicas de estas
comunidades, creo que es importante. Pero no es ningún favor que les
está haciendo el Gobierno, es un derecho de todas las comunidades, de
todos los ciudadanos y ciudadanas. Por tanto, es un obligación del
Gobierno. La ayuda tiene que ir dirigida a las comunidades del TIPNIS
pero no tiene que vincularse para nada con la consulta.
*Yoriko Yasukawa es Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Bolivia.
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