La Marcha llegó a San Borja
La famosa tranquilidad de San Borja quedó en suspenso esta mañana, cuando entró la Octava Marcha Indígena, integrada por más de 1700 hermanas y hermanos de los 36 pueblos en dirección a La Paz, donde exigirán al presidente Evo Morales respeto a sus derechos. Los marchistas llegaron con estallidos de petardos, vivas a la marcha y a la población local, que se comprometió a reunir alimentos hasta mañana, para seguir el viaje a pie comenzado el 15 de agosto pasado en Trinidad. Los voceros de la manifestación indicaron que dialogarán con los campesinos de Yucumo, quienes comenzaron un bloqueo en el camino para forzar a los indígenas a negociar con los ministros enviados desde el Palacio Quemado. Desde la octava marcha aseguraron que esperan a representantes del Poder Ejecutivo para acordar la solución a las 16 demandas de las organizaciones de oriente, Chaco, Amazonía y los Andes bolivianos.
“Agradecemos al pueblo de San Borja por este caluroso recibimiento, entendemos que se ha solidarizado con nuestra causa. En esta marcha no estamos en contra de ninguna actividad, sino que estamos en contra de los procedimientos y la falta de respeto a la Constitución, la falta de respeto a los convenios internacionales donde están plasmados los derechos de los pueblos indígenas y de todos los bolivianos, que se los debe respetar. Nosotros marchamos por una demanda justa, por una demanda que todos estamos anhelando, que es el respeto a nuestro territorio, a nuestras identidades, a nuestra vida, a nuestra naturaleza, a nuestra existencia como pueblos indígenas”, dijo el mojeño Fernando Vargas Mosúa, presidente de la Sub Central de Pueblos Indígenas del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), donde viven yuracarés, chimanes y mojeños.
“Los que estamos marchando ahora tenemos 16 puntos. El primero es la defensa del TIPNIS. Es importante lo que le pase a este territorio, porque lo mismo le va a pasar a todas las áreas protegidas de carácter nacional. Lo que pase al TIPNIS le va a pasar a todos los territorios indígenas de la Amazonía. Por eso estamos aquí los 36 pueblos indígenas, para hacer defender nuestro territorio. En 1990 (la Primera Marcha Indígena) también partimos por tener Tierra Territorio y dignidad. Ahora, después de reconocer nuestros derechos -y con sacrificio lo hemos logrado- esos derechos están siendo vulnerados. No solamente los derechos de los 36 pueblos, sino los de todo el pueblo boliviano. Estamos cansados de vivir en esta situación, en que se falta el respeto al estado de derecho. Aquí el CONAMAQ (Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu) está presente, no porque quiere apoyar solamente al TIPNIS o porque quiere apoyarnos a los pueblos de la Amazonía: está presente porque también entiende que sus derechos como pueblos indígenas de tierras altas están siendo vulnerados por el presidente y todo su gobierno en conjunto”, dijo Vargas.
“Queremos hacer entender al pueblo boliviano que no estamos contra ninguna carretera, contra ninguna articulación entre Beni y Cochabamba. Estamos en contra de que se destruyan nuestros territorios indígenas”, remarcó el líder mojeño ante la población y la prensa reunida en la plaza principal de San Borja.
El presidente de la CIDOB, el tacana Adolfo Chávez, se refirió a la campaña de desinformación emprendida por el gobierno nacional con la intención de dañar a la octava marcha. “Los pueblos indígenas no estamos para destruir a nadie, no hemos destruido a nadie, sino que nos han destruido a nosotros con el título de ‘desarrollo’. Pedimos que nos entiendan, hermanos de San Borja, si es que les han malinformado. Solamente si hay voluntad de ustedes, les recibimos un medio kilo de azúcar, un medio kilo de carne para alimentarnos entre todos los hermanos marchistas”, dijo.
-Que les den una vaca-, gritó un vecino solidario.
“No hay interés político alguno que nos esté manejando –subrayó Chávez-. No nos dejamos manejar los pueblos indígenas. Queremos decir a esos asesores, que ahora son ministros de estado, que se equivocan. Porque hay toda una capacidad en nuestros hermanos movilizados para poder discutir los 16 puntos de igual a igual”, dijo el presidente de la CIDOB en clara alusión al ministro de la Presidencia, Carlos Romero, quien asesorara a esa matriz de organizaciones indígenas años atrás, cuando se desempañaba como director de una ONG.
“Nuestra confederación es un gobierno indígena conformado por las 13 regionales, es un gabinete del movimiento indígena también. Y vamos a discutir de gabinete a gabinete”, advirtió Chávez a los funcionarios del gobierno nacional.
La próxima población luego de San Borja es Yucumo, 50 kilómetros arriba. Allí, la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB) comenzó un bloqueo para obligar a los indígenas a negociar con el gobierno nacional. “Este gran recibimiento y los aplausos nos alientan a continuar para adelante. Le decimos a los hermanos de Yucumo que están mal informados, por eso vamos a dialogar los pueblos indígenas y los Interculturales. No vamos a huirle al diálogo, vamos a hacer conocer nuestra plataforma, como corresponde”, dijo Chávez.
“La mujer de San Borja se suma a ustedes para reclamar un derecho irrenunciable, un derecho que no se vende, no se regala, no se deja pisotear por otra gente que se viene a meter a sus territorios. Ustedes tienen sobrada razón para ponerse en esta situación, porque verdaderamente les están mezquinando lo que les corresponde por derecho. Tenemos que hacer aquí en la plaza una campaña para reunir víveres, así podremos dotarles de muchas cosas para el camino. Seguramente la Asociación de Ganaderos se va a sumar con ustedes y vamos a ir a pedir carne para que se lleven. Nosotros no los abandonamos, porque ustedes son cambas como nosotros y queremos esa tierra del Isiboro Sécure, por la que ustedes están peleando y dando su vida en sacrificio, defendiendo los intereses regionales. Ahora descansen, después de que se repongan un poco proseguirán viaje. Son bienvenidos, estamos con ustedes, no están solos”, les dijo una señora mayor que no se identificó, cuyo discurso olía harto a Comité Cívico local.
16 demandas
“Queremos decirle al gobierno nacional que tenemos 16 puntos y el hecho de que se pueda tener la voluntad de resolver el punto del TIPNIS no quiere decir que se termina todo la marcha. Vamos a garantizar que la demanda del TIPNIS hasta la última de las 16 demandas sean atendidas”, dijo el asambleísta mojeño Pedro Nuni.
“El gobierno está financiando estos bloqueos, que lo único que hacen es fortalecernos a nosotros. Si alguien llegara a atentar contra la humanidad de nuestros hermanos marchistas, el pueblo boliviano sabrá juzgar”, agregó.
Ayer, tres ministros de Morales esperaron a que llegara la octava marcha a San Borja, para concertar las condiciones del diálogo. Pero a las 18 la comisión gubernamental regresó a La Paz, sin que hubieran tenido un contacto directo con los marchistas. “Estamos dispuestos al diálogo, por eso nos da mucha pena la actitud de los ministros. Ellos saben que nos estamos sacrificando, saben que no dormimos bien en los lugares adonde venimos. Pero pese a todo estamos con mucha voluntad de seguir adelante. Ellos vienen en avión y se dirigen a los mejores hoteles y no tienen voluntad de esperarnos, por eso demuestran una insensibilidad total nuestros ministros”, dijo el asambleísta.
El gobierno nacional aún no definió si volverá a mandar ministros a San Borja, hasta que sumen los diez exigidos por la octava marcha para atender a sus 16 demandas. Como muestra de que no va a descontracturarse el diálogo, el presidente Morales dijo hoy en Cochabamba que los marchistas son financiados por empresarios y ONG opositoras, hasta acusó a las Naciones Unidas de apoyar a los marchistas.
Las y los caminantes descansan en la cancha de San Borja. Hoy a las cuatro de la tarde definirán las acciones a seguir.
(Por Comisión de Comunicación)
La famosa tranquilidad de San Borja quedó en suspenso esta mañana, cuando entró la Octava Marcha Indígena, integrada por más de 1700 hermanas y hermanos de los 36 pueblos en dirección a La Paz, donde exigirán al presidente Evo Morales respeto a sus derechos. Los marchistas llegaron con estallidos de petardos, vivas a la marcha y a la población local, que se comprometió a reunir alimentos hasta mañana, para seguir el viaje a pie comenzado el 15 de agosto pasado en Trinidad. Los voceros de la manifestación indicaron que dialogarán con los campesinos de Yucumo, quienes comenzaron un bloqueo en el camino para forzar a los indígenas a negociar con los ministros enviados desde el Palacio Quemado. Desde la octava marcha aseguraron que esperan a representantes del Poder Ejecutivo para acordar la solución a las 16 demandas de las organizaciones de oriente, Chaco, Amazonía y los Andes bolivianos.
“Agradecemos al pueblo de San Borja por este caluroso recibimiento, entendemos que se ha solidarizado con nuestra causa. En esta marcha no estamos en contra de ninguna actividad, sino que estamos en contra de los procedimientos y la falta de respeto a la Constitución, la falta de respeto a los convenios internacionales donde están plasmados los derechos de los pueblos indígenas y de todos los bolivianos, que se los debe respetar. Nosotros marchamos por una demanda justa, por una demanda que todos estamos anhelando, que es el respeto a nuestro territorio, a nuestras identidades, a nuestra vida, a nuestra naturaleza, a nuestra existencia como pueblos indígenas”, dijo el mojeño Fernando Vargas Mosúa, presidente de la Sub Central de Pueblos Indígenas del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), donde viven yuracarés, chimanes y mojeños.
“Los que estamos marchando ahora tenemos 16 puntos. El primero es la defensa del TIPNIS. Es importante lo que le pase a este territorio, porque lo mismo le va a pasar a todas las áreas protegidas de carácter nacional. Lo que pase al TIPNIS le va a pasar a todos los territorios indígenas de la Amazonía. Por eso estamos aquí los 36 pueblos indígenas, para hacer defender nuestro territorio. En 1990 (la Primera Marcha Indígena) también partimos por tener Tierra Territorio y dignidad. Ahora, después de reconocer nuestros derechos -y con sacrificio lo hemos logrado- esos derechos están siendo vulnerados. No solamente los derechos de los 36 pueblos, sino los de todo el pueblo boliviano. Estamos cansados de vivir en esta situación, en que se falta el respeto al estado de derecho. Aquí el CONAMAQ (Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu) está presente, no porque quiere apoyar solamente al TIPNIS o porque quiere apoyarnos a los pueblos de la Amazonía: está presente porque también entiende que sus derechos como pueblos indígenas de tierras altas están siendo vulnerados por el presidente y todo su gobierno en conjunto”, dijo Vargas.
“Queremos hacer entender al pueblo boliviano que no estamos contra ninguna carretera, contra ninguna articulación entre Beni y Cochabamba. Estamos en contra de que se destruyan nuestros territorios indígenas”, remarcó el líder mojeño ante la población y la prensa reunida en la plaza principal de San Borja.
El presidente de la CIDOB, el tacana Adolfo Chávez, se refirió a la campaña de desinformación emprendida por el gobierno nacional con la intención de dañar a la octava marcha. “Los pueblos indígenas no estamos para destruir a nadie, no hemos destruido a nadie, sino que nos han destruido a nosotros con el título de ‘desarrollo’. Pedimos que nos entiendan, hermanos de San Borja, si es que les han malinformado. Solamente si hay voluntad de ustedes, les recibimos un medio kilo de azúcar, un medio kilo de carne para alimentarnos entre todos los hermanos marchistas”, dijo.
-Que les den una vaca-, gritó un vecino solidario.
“No hay interés político alguno que nos esté manejando –subrayó Chávez-. No nos dejamos manejar los pueblos indígenas. Queremos decir a esos asesores, que ahora son ministros de estado, que se equivocan. Porque hay toda una capacidad en nuestros hermanos movilizados para poder discutir los 16 puntos de igual a igual”, dijo el presidente de la CIDOB en clara alusión al ministro de la Presidencia, Carlos Romero, quien asesorara a esa matriz de organizaciones indígenas años atrás, cuando se desempañaba como director de una ONG.
“Nuestra confederación es un gobierno indígena conformado por las 13 regionales, es un gabinete del movimiento indígena también. Y vamos a discutir de gabinete a gabinete”, advirtió Chávez a los funcionarios del gobierno nacional.
La próxima población luego de San Borja es Yucumo, 50 kilómetros arriba. Allí, la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB) comenzó un bloqueo para obligar a los indígenas a negociar con el gobierno nacional. “Este gran recibimiento y los aplausos nos alientan a continuar para adelante. Le decimos a los hermanos de Yucumo que están mal informados, por eso vamos a dialogar los pueblos indígenas y los Interculturales. No vamos a huirle al diálogo, vamos a hacer conocer nuestra plataforma, como corresponde”, dijo Chávez.
“La mujer de San Borja se suma a ustedes para reclamar un derecho irrenunciable, un derecho que no se vende, no se regala, no se deja pisotear por otra gente que se viene a meter a sus territorios. Ustedes tienen sobrada razón para ponerse en esta situación, porque verdaderamente les están mezquinando lo que les corresponde por derecho. Tenemos que hacer aquí en la plaza una campaña para reunir víveres, así podremos dotarles de muchas cosas para el camino. Seguramente la Asociación de Ganaderos se va a sumar con ustedes y vamos a ir a pedir carne para que se lleven. Nosotros no los abandonamos, porque ustedes son cambas como nosotros y queremos esa tierra del Isiboro Sécure, por la que ustedes están peleando y dando su vida en sacrificio, defendiendo los intereses regionales. Ahora descansen, después de que se repongan un poco proseguirán viaje. Son bienvenidos, estamos con ustedes, no están solos”, les dijo una señora mayor que no se identificó, cuyo discurso olía harto a Comité Cívico local.
16 demandas
“Queremos decirle al gobierno nacional que tenemos 16 puntos y el hecho de que se pueda tener la voluntad de resolver el punto del TIPNIS no quiere decir que se termina todo la marcha. Vamos a garantizar que la demanda del TIPNIS hasta la última de las 16 demandas sean atendidas”, dijo el asambleísta mojeño Pedro Nuni.
“El gobierno está financiando estos bloqueos, que lo único que hacen es fortalecernos a nosotros. Si alguien llegara a atentar contra la humanidad de nuestros hermanos marchistas, el pueblo boliviano sabrá juzgar”, agregó.
Ayer, tres ministros de Morales esperaron a que llegara la octava marcha a San Borja, para concertar las condiciones del diálogo. Pero a las 18 la comisión gubernamental regresó a La Paz, sin que hubieran tenido un contacto directo con los marchistas. “Estamos dispuestos al diálogo, por eso nos da mucha pena la actitud de los ministros. Ellos saben que nos estamos sacrificando, saben que no dormimos bien en los lugares adonde venimos. Pero pese a todo estamos con mucha voluntad de seguir adelante. Ellos vienen en avión y se dirigen a los mejores hoteles y no tienen voluntad de esperarnos, por eso demuestran una insensibilidad total nuestros ministros”, dijo el asambleísta.
El gobierno nacional aún no definió si volverá a mandar ministros a San Borja, hasta que sumen los diez exigidos por la octava marcha para atender a sus 16 demandas. Como muestra de que no va a descontracturarse el diálogo, el presidente Morales dijo hoy en Cochabamba que los marchistas son financiados por empresarios y ONG opositoras, hasta acusó a las Naciones Unidas de apoyar a los marchistas.
Las y los caminantes descansan en la cancha de San Borja. Hoy a las cuatro de la tarde definirán las acciones a seguir.
Sobre el TIPNIS
El TIPNIS, que en el mapa parece un triángulo apuntando al sur, tiene 1,2 millones de hectáreas y es una de las zonas más biodiversas de Bolivia. De acuerdo con el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), en esa área protegida hay 108 especies de mamíferos (el 30 por ciento de las especies del país) y más de 470 especies de aves, que son el 34 por ciento del total de Bolivia. También tiene 39 especies de reptiles, 53 especies de anfibios y 188 especies de peces y mamíferos nadadores, como el bufeo, un delfín rosado en peligro de extinción, como otras especies que habitan el territorio, según datos de la Fundación Tierra.
De las 1.236.000 hectáreas del TIPNIS, 1.091.000 son de la TCO de los indígenas. Las casi 200 mil hectáreas de diferencia están en manos de aproximadamente 20 mil familias de colonizadores, que cultivan mayormente coca.
La carretera
Tendría 306 kilómetros, entre los municipios de Villa Tunari (Cochabamba) y San Ignacio de Moxos (Beni). Requeriría una inversión de 415 millones de dólares, según el contrato con OAS colgado en el sitio web de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC). De esta suma, 332 millones provendrían de un crédito del gobierno de Brasil. Así, cada kilómetro costaría en promedio 1,3 millones de dólares.
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