La Marcha Indígena es recibida por cientos de miles de personas
“La verdad, no tenemos palabras para agradecerle al pueblo paceño por este gran recibimiento que nos está dando”, dijo Mario Ortíz de la Central Indígena de la Región Amazónica de Bolivia (CIRABO) cuando la columna de los defensores del TIPNIS llegó a la sede de Gobierno. El dirigente tenía lágrimas en sus ojos al ver la multitud de personas de todas las edades, clases sociales y etnias quienes salieron a las calles de La Paz para recibir a los marchistas después de 65 días de la movilización.
Ya en la zona de la Villa Fátima, por donde bajaron los indígenas dirigiéndose hacia el palacio quemado los estaban esperando miles de paceños con pan, refresco y caramelos, pero sobre todo con cariño y abrazos, muestras de la gran solidaridad del pueblo boliviano con la causa del TIPNIS. “Ustedes son nuestros héroes, mujeres y hombres valientes! Ya no están solos, todos somos TIPNIS”, gritaba la gente. Los aplausos de los niños quienes salieron de sus colegios para cantarles a los marchistas fueron especialmente conmovedores: "El TIPNIS se respeta caramba!". En este ambiente festivo la música de las orquestras se mezclaba con el ritmo de taquirari de las tierras bajas y la música de Altiplano. No faltaron también los incansables afrobolivianos quienes alegraron la caminata con la saya, su danza tradicional.
“A nosotros nadie nos ha obligado y nadie nos ha pagado, hemos venido porque queremos el TIPNIS libre de un camino que va a dividir a los pueblos y va a matar a muchos especies de animales. Por eso estamos aquí” dijo Gisela Arce, una maestra paceña, refiriéndose a la contramarcha realizada el 12 de octubre en apoyo al MAS y al proceso de cambio, movilización acusada de haber sido financianda por oficialismo. “Hoy es un día histórico para nosotros. A pesar de que este Gobierno quiere dividirnos, esta es una forma de unirnos entre nosotros”, afirmó la señora en medio de cánticos "TIPNIS Si, Evo No".
La protesta indígena, que al entrar al territorio paceño contaba con aproximadamente 2000 participantes, ha sido acompañada por cientos de miles de personas en su recorrido desde el campamento de Urujara, del cual partieron a las 8 de la mañana rumbo a la plaza Murillo. Sin embargo, las puertas y ventanas del palacio quemado estaban cerradas, reflejando simbólicamente la actitud que ha tenido el Gobierno respecto a las demandas de los pueblos indígenas, quienes recorrieron más de 600 km desde el inicio de su caminata para pedir que la carretera financiada por el capital brasileño no atraviese su territorio.
Besos en lugar de patadas
“Los paceños sentimos un enorme orgullo por tenerlos entre nosotros y queremos agradecerles por su lucha, por pelear por nosotros, por nuestros hijos y nuestro futuro. Después de los hechos de 25 de septiembre nosotros queremos transformar el desprecio en orgullo, los palazos y las patadas en los besos”, fueron las palabras del alcalde de La Paz Luis Revilla, al entregarles a los marchistas las llaves de esta ciudad durante un acto de bienvenida, celebrado en la plaza de San Francisco.
Los manifestantes indígenas expresaron su profundo descontento ante la ausencia del Presidente Evo Morales quien en el momento de ingreso de la marcha se encontraba en la ciudad de Cochabamba. “El Presidente por lo menos tenía que salir del palacio del Gobierno para darles la bienvenida a los marchistas, pero no apareció. Lo que quiere decir que los marchistas valemos un carajo para el Gobierno, que el pueblo boliviano vale un carajo para ellos. No hemos venido para decirle que se vaya de la silla presidencial pero que atienda los 16 puntos de nuestra plataforma de demandas y que respete a nuestro territorio. Queremos que se unan los dos departamentos pero no cometiendo etnocidio y genocidio. Venimos a pedirle a cada uno de ustedes que nos acompañen cada día hasta que se resuelvan los 16 puntos” manifestó Fernando Vargas, el presidente de la Subcentral TIPNIS.
Uno de los discursos más emocionantes fue de la presidenta de la Central de las Mujeres Indígenas del Beni (CMIB) Melba Hurtado. “Es fundamental nuestra participación como mujeres, reclamando los derechos de los pueblos indígenas y de las hermanas indígenas. Como mujeres indígenas queremos decirle al Gobierno que estamos de pie para defender nuestro territorio. Al Presidente Evo Morales queremos decirle que a pesar de la actitud violenta, cobarde, a pesar de la represión estamos aquí y hemos llegado aquí para que nos atienda. Cada palazo, cada patada va a quedar en los corazones de cada mujer y cada niño”.
Los indígenas instalaron una vigilia en la plaza Murillo para exigir diálogo al Presidente Evo Morales y determinaron no abandonar su protesta hasta que el Gobierno resuelva su pliego de 16 demandas. La policía ha cercado la plaza impidiendo el ingreso de la comida, agua y frazadas.
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